El contrato SebastianxCiel

Bueno un nuevo fic
espero les guste este primer capitulo

La tarde parecía pacifica en los suburbios de la majestuosa Londres repletos de gente que salía de compras tal como lo hacia el Conde Phantomhive y como siempre a su lado el fiel y elegante mayordomo.

-Antes de regresar a la mansión debemos acudir a una de las sucursales Sebastian quiero saber cómo van las ventas personalmente, no confió en el encargado-

-Quiere que haga algo más con él?- sonrió el mayordomo

-Ya veremos- rápidamente se dirigieron a uno de los establecimientos de la empresa “Futom” y después de la revisión del lugar, el pequeño conde se apresuro a salir mientras Sebastian se encargaba del asistente de la tienda debido a un tráfico de mercancía corroborado por el propio Ciel, mientras esperaba fuera de la accesoria sintió como era levantado rápidamente mientras en fracciones de segundos el sonido de las balas estallando contra las paredes y el empedrado comenzó a invadir sus oídos pero ninguna había dado en el blanco que naturalmente era él gracias a la previa intromisión de su mayordomo quien todavía lo mantenía pegado a su cuerpo protegiéndolo mientras los que atentarían contra él escapaban.

-Basta Sebastian suéltame y atrapa a esos tontos-

-Bueno huyeron demasiado rápido no creo que su mayordomo pudiera alcanzarlos- Una extraña voz respondió a la petición de Ciel haciéndolo dirigir por completo su mirada a el hombre que lo protegía que no era precisamente su mayordomo sino un hombre de cabello rubio y ojos verdes de elegante vestimenta que aún lo cubría con su capa de fino terciopelo y sin darle tiempo a reaccionar y soltar a su protector Sebastian se haría presente en la escena mirando de manera desconcertada.

-Bocchan se encuentra bien- inmediatamente el niño se alejaría del caballero.

-Espero que si no creo que haya sido un momento demasiado traumático para un joven como usted- el hombre se dirigió al Conde

-Parece que sabe lo que dice- contesto el pequeño mientras acomodaba su sombrero.

-Por supuesto es usted el Conde Phantomhive su fama lo preside- el conde se dirigió a mirarlo seriamente-Permítame presentarme soy Lord Ralph Wayatt y formo parte del consejo de la reina por lo tanto es mi deber saber sobre usted-

-Le agradezco el haber protegido a mi amo Lord Wayatt- interrumpió Sebastian mientras hacia una pequeña reverencia

-No fue una gran hazaña aun así me gustaría conversar con el conde prontamente espero poder ser bien recibido en la residencia Phantomhive-

-Por supuesto Lord Wayatt será bienvenido en mi mansión- contesto Ciel con un semblante al parecer complacido

-Por favor llámame Ralph, ahora debo marcharme tengo un comité que organizar, con permiso- el caballero se quito el bombín en una despedida cordial mientras subía a un carruaje que ya lo esperaba dejando a un muy pensativo Ciel.

De regreso en la mansión Ciel se dirigió a su despacho donde pidió le llevaran la cena.

-“Así que consejero de la reina” pero porque creí que era Sebastian, era casi su familiar esencia – pensó perdiendo su mirada en el jardín de la mansión desde el gran ventanal sin percatarse que su mayordomo había entrado.

-La cena esta lista- La voz de su sirviente lo saco súbitamente de sus pensamientos y volvió a sentarse en su escritorio.

-¿Por qué tardaste tanto Sebastian? tu trabajo es protegerme hasta que el contrato se realice-

-Lo siento mi Lord no volverá a suceder-

-Es cierto, tu nunca mientes-

Terminada la cena Sebastian se disponía a preparar el baño del Conde pero sabía que el encuentro con ese sujeto traería nuevos conflictos a su amo y ahora más que nunca debían permanecer unidos. Aunque el niño solo lo consideraba como una pieza más de su juego, sin embargo lo que había pasado esa tarde no era nada común debido a que Sebastian había hecho los mismos movimientos rápidos y eficientes, eso hacía de la nueva pieza algo excepcional que parecía tener ventaja sobre un demonio.

El lord que salvo a ciel es un demonio tambien?? Sebastian por que no llego a tiempo??? Ciel se enamoro de ese hombre??Sebastian siente celos de aquel hombre???.

Please actuliza pronto ya que me quede picada, quiero saber que va a pasar ya tengo varias preguntas que quero saber , actualiza pronto me encanto este capitulo

guaaauuuuuuuuuuuuuuuuuuu...... no puedo esperar para saber que es lo que pasa....
no niego que seria muy emocionante si Sebastian por alguna razon le hiciera una escena de celos a ciel.....

Bueno aqui estoy nuevamente con un segundo capitulo titulado

La trampa
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espero les guste y para el proximo tendremos más lemon
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A la mañana siguiente el heredero de la casa Phantomhive realizaba sus actividades cotidianas, en su despacho Ciel comentaba el incidente del dia anterior y lo extraño que le parecía el repentino ataque.

-Por lo visto hay alguien que pretende deshacerse de mi-

-Eso será muy difícil mientras este con usted Bocchan-

-Asi tiene que ser hasta que llegue la hora de partir y tomes lo que te pertenece-

-Es muy amable de su parte amo-

-Encárgate de los preparativos del almuerzo tendremos un invitado especial-

-¿Se refiere a Lord Wayatt?-

-Me parece interesante y útil a mis intenciones-

-Yes my Lord- Sebastian salió del despacho directamente para los preparativos el almuerzo.

El almuerzo se llevaría a cabo en uno de los jardines de la gran mansión, no tardaría en llegar el invitado especial y como buen mayordomo Sebastian se en cargaría de proporcionarle todas las comodidades posibles. Tras una pequeña espera en el jardín Ciel aparecería para tomar el alimento en compañía.

-Buenos días Ciel- saludo el invitado levantándose de su asiento.

-Buenos días Mrs. Ralph no creí volver a verlo tan pronto- Ciel tomó asiento frente al rubio mientras Sebastian serbia el tradicional te –

-Me sorprende oírlo decir algo como eso, creo que ya se ha dado cuenta de mi fascinación por usted- respondió desinhibido- incluso me he tomado el atrevimiento de traerle un presente.- Tomo de uno de sus bolsillos del elegante traje gris que llevaba puesto, una pequeña caja bellamente adornada con un listón, pasándola por la mesa hasta dejarla frente a un no muy sorprendido conde.- Espero que le agrade- Ciel tomo la caja y con cautela la despojo del listón para luego observar su contenido y sacarlo de la misma.

-Ja una caja musical, veo que se ha dejado llevar por las apariencias señor Ralph yo no necesito de algo así como si se tratara de un niño pequeño, además la empresa Phantom crea los más distinguidos juguetes.

-Me temo que subestima mi presente pequeño Ciel, vera esta caja musical perteneció a un famoso relojero parisiense real, al servicio de el Rey Luis XIV, se dice que creo este artefacto para que su melodía le permitiera dormir y deshacerse de las horribles pesadillas que lo atormentaban, después de haber hecho un pacto con el mismísimo demonio cambiándole su alma por servir en la corte. Tras estas palabras Ciel se sorprendió parecía que aquel sujeto sabia algo más y eso lo tenia hasta cierto punto asustado.

-Siendo asi no veo por que no aceptarlo.

-Me alegra escucharlo, me encantaría conocer más su mansión.

-Demos un recorrido entonces. El niño se levanto y comenzó a caminar seguido por Lord Wayatt. Sebastian miraba con detenimiento cada movimiento de aquel hombre que de una manera creía conocer. Ciel y su invitado rondaban los jardines hasta que de la nada saldría un hombre encapuchado con una arma apuntado directamente al pequeño y de pronto el artefacto seria detonado y sin dar tiempo a que la bala se alojara en el cuerpo de Ciel Sebastian apareció para retirarlo rápidamente de la trayectoria del proyectil sin fijarse que el invitado se había interpuesto en dicho camino para proteger al menor siendo herido al instante y de la misma sospechosa manera en que el atacante apareció se esfumo.

-Sebastian tráelo-

-Lo siento Bocchan es solo un espejismo lo que…- el quejido de Lord Wayatt interrumpió a Sebastian haciendo correr a Ciel hacia él.

-Me lo dirás después Sebastian al parecer nuestro invitado esta herido, Lord Wayatt se encuentra bien?- pregunto Ciel

-Si no fue nada-

-Su hombro esta sangrando- gritó Meirin que había acudido junto con los demás sirvientes tras haber escuchado el disparo. Ralph trato de incorporarse, sin lograrlo.

-Sebastian lleva a mr. Wayatt a la habitación de huéspedes y llama al doctor.

-Si amo- Sebastian ayudó al rubio para levantarse y caminar hasta la habitación lo más pronto posible. –Meirin trae agua tibia y algunas vendas-

-Hai- Merin también salió rápidamente.

-Aun no me explico como logró moverse tan rápido realmente es eficiente-

-Que seria de la casa Phantomhive si no pudiera hacer algo así por mi amo-

-Es cierto- al llegar al a habitación Lord Wayatt se recostó en la cama mientras Sebastian le descubría la herida.

En poco tiempo llegó el doctor acompañando a Ciel mientras Sebastian le mostraba a Meirin como limpiar la herida, el doctor se acercó para examinar la situación, que al parecer no era grave, Sebastian se levanto de un taburete colocado junto a la cama para la observación del herido.

-Digame doctor viviré?- bromeo un poco

-Por supuesto hombre es usted muy joven-

-Con mis 25 años me considero viejo al lado del conde.-

-Cualquiera se sentiría así- el viejo doctor sonrió – Descanse Lord Wayatt es mejor que por ahora no se traslade al palacio de su majestad, la herida no es profunda pero necesito algunas puntadas-

-Bueno, pero no quiero causarle molestias al Conde-

-Por ahora no hay nada que hacer, puede quedarse con toda tranquilidad en mi mansión- contesto Ciel quien descansaba recargado sobre una pared al lado de la puerta .

-Le agradezco su hospitalidad- sonrió el noble.

-Gracias por venir doctor hare que le paguen sus honorarios, Sebastian, Meirin acompañen al doctor a la puerta.

-Gracias su excelencia.-

-Por aquí doctor- El doctor y los sirvientes salieron dejando al conde en la habitación con el herido, y cuando Ciel estaba a punto de salir la voz de Ralph lo detuvo.

-Verdaderamente no le incomoda mi presencia?-

-No, yo hablare más tarde con la reina además usted me deberá un favor que después cobrare- Ciel se da la vuelta y sale.

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Tras todo lo ocurrido en el día Ciel había decidido no cenar y pasar directamente a su habitación.

Sebastian cerraba los altos cortinajes de las ventanas, esa noche no había luna y la obscuridad parecía reinar asi como el silencio en la mansión, con lentitud el conde se sentó en la cama esperando que su mayordomo lo arropase. De pronto por la mente del pequeño pasó aquello que Sebastian no logro decirle tras l incidente en el jardín.

-Sebastian que era lo que ibas a decirme esta tarde ¿sobre el hombre que disparo no es cierto?

-Si Bocchan-

-¿Lograste descifrar quien está ahora tras mi cabeza?-sonrió sarcásticamente.

-LO que disparo no era humano en realidad era un espejismo-

-Hablas de algo sobrenatural ¿pero por que?-

-Aun no lo sé Bocchan, debemos estar alerta-

-Si te refieres a Lord Wayatt te equivocas el solo servirá para llegar a las decisiones de la reina y eso me conviene-

-Solo me refiero a que debemos estar más unidos que nunca- Sebastian lo dijo en un susurro al oído del pequeño cuando terminaba de abotonarle el camisón provocándole un escalofrió y recibiendo como respuesta una mirada desconfiada.

-Ya puedes retirarte- extrañamente su corazón había comenzado a latir fuertemente y no quería que su mayordomo lo notase.

-Gracias Amo- Sebastian se disponía a dejarlo cuando su voz lo detuvo.

-por cierto atiende bien a nuestro invitado-

-No se preocupe el buen nombre de la familia Phantomhive no se verá manchado por ello ya me he ocupado de que tenga todas las comodidades, descanse bien, lo veré por la mañana.-

Ciel quedo cobijado en su cama rodeado por la obscuridad y poco a poco el sueño se apodero de él.

“De pronto nuevamente se encontró en aquella sala donde fue prácticamente mandado al infierno; atado, lleno de heridas punzantes y a su alrededor siniestras sombras sonriendo malévolamente, y una de ellas la más oscura de ojos gatunos y brillantes le sonreía pero no para salvarlo, esta vez su aliado demoniaco disfrutaba del espectáculo riendo sonoramente, acercándose al altar dispuesto a matarle…”

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Unos pasos se acercaron por el pasillo hasta detenerse en su puerta para después tocar.

-Adelante- contesto

-Buenas noches señor Wayatt como se encuentra?

-Un poco adolorido Sebastian- El hombre de cabello rubio y de verde mirada le parecía muy conocido pero se obligo a salir de sus pensamientos.

-Si necesita algo no dude en llamarme, con su permiso- Hizo una ligera reverencia y salió.


Ciel despertó jadeante y sudoroso, su pesadilla había sido casi real, así como el dolor y el miedo. Con manos temblorosas encendió la cera que estaba a un costado del buró; la resplandeciente luz ilumino la estancia y su mirada se posó sobre la pequeña caja musical, llegando a su mente las palabras de Lord Wayatt precisadas en el jardín, un tanto incrédulo la tomó y cuando se disponía a darle cuerda noto que ya estaba preparada, al abrirla una tranquilizante melodía sonó arrastrando a Ciel a un trance obligándolo a bajar de la cama para andar en los pasillos hasta detenerse frente a la habitación destinada al invitado especial, de pronto una voz interrumpió la oscuridad.

-Adelante pequeño Ciel- El niño abrió la puerta mientras el hombre lo esperaba dentro con una mirada lasciva y tenebrosa hacia el muchacho que lucía frágil e inocente en su camisón, el hombre se levanto de la cama sin ninguna molestia tal parecía que nunca sufrió un percance. Lentamente se acercó para acariciar el rostro del recién llegado de manera lujuriosa- Esta noche mi hermoso niño daremos por terminado un contrato.-

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En su habitación de servicio Sebastian se quitaba los guantes y un extraño brillo purpura emanaba de su mano izquierda proveniente de la marca del contrato.

-Bocchan- susurró

HA SIGAN ESCRIBIENDO POR FA ME ENCANTAN SUS COMENTARIOS NE?

Bueno por fin el capituloo 3 con LEMON¡¡¡¡¡¡¡
disfrutenlo¡¡¡¡¡

Capitulo 3: Un nuevo pacto
Poco a poco se percato que la música había cesado, cuando abrió sus ojos frente a él se encontraba un joven demonio de cabello rubio y mirada verde semejante a la de un gato.
-Lord Wayatt, maldito- pero la voz de Ciel solo hizo eco en su mente, de su boca no podía salir ningún sonido, tampoco podía moverse, su invitado lo tenía atado a la cama, con un dejo de sorpresa Ciel miraba ahora la verdadera forma de Lord Wayatt, un demonio de mirada oscura y lúgubre. De nuevo el conde intento hablar y llamar a Sebastián sin aun lograrlo.
-Combawa conde, lamento que no pueda comunicarse con su sirviente pero el contrato esta apunto de romperse… o mejor dicho estoy apunto de romperlo.- El demonio vestía un traje de cuero negro detallando su figura. Subió a la cama hasta posarse sobre el muchacho quedando cara a cara con él mientras Ciel intentaba zafarse de las ataduras sin conseguirlo. Con atrevimiento el demoníaco ser coloco una de sus manos por debajo del camisón del pequeño acariciando su muslo y enterrando una de sus largas uñas en él rasgando la blanquecina piel haciendo que la sangre brotara de la herida, manchando las blancas sabanas y su atuendo, Ciel mostraba una mueca de dolor provocando una sonrisa complacida en su verdugo quien lamió la sangre de sus dedos.
-Mmm… no he comido bien durante muchos años pero creo que valdrá la pena la espera.- el rubio lo dijo mientras acercaba su rostro para besar a Ciel , en cuanto esta se retorcía violentamente en rechazo, el opresor lo tomo bruscamente de la barbilla- Jah¡ aun crees que podrás escapar.- sin soltarlo sus labios sus labios estaban apunto de hacer contacto. Ciel reunió todas sus fuerzas para gritar el nombre de su mayordomo creando una reacción luminosa en el sello en su ojo y el enojo del demonio, en ese instante los cristales sucumbieron tronando sonoramente, el lugar parecía flotar en la oscuridad donde solo quedaba la cama y unas velas que parecían flotar siendo ellas la única fuente de luz en el inmenso vacío.
-Bien, muy bien poderoso conde a logrado hacer que me enfade- tiró fuertemente de su cabello hacia su nuca obligando al niño a exponer su cuello ante él para satisfacer su ansia de sangre…
-No debería comportarse de esa manera con su anfitrión Lord Waiatt- la voz de Sebastian resonó en la nada, haciendo retroceder al otro demonio.
-Legas tarde tu ineficiencia se esta convirtiendo en un problema- dijo Ciel desde la cama.
-Lo lamento Bocchan, pero la caja musical logro interrumpir la fuerza del contrato.-
-¿Cómo has logrado llegar hasta aquí?- exclamó Lord Wayatt.
-Acaso olvidas quien soy?- respondió Sebastian irónicamente, Ralph bajo de la cama para mirarlo cara a cara a una distancia considerable.
-A claro como olvidar a quien abandonó al reino de la oscuridad para servir como perro a una alma corrompida.-
-Basta de charla Sebastian deshazte de esta escoria-
-No,no mi joven amo tu perro fiel ya no puede obedecerte, con tu ultimo llamado termino el contrato- se acercó hasta su victima y rasgó nuevamente la piel del niño en uno de sus brazos, inmediatamente una mano enguantada apretó fuertemente la suya.
-No perdonare su atrevimiento- la calida mirada de Sebastian cambio por una enfurecida que Ciel nunca había visto.
-Pero el contrato terminó¡¡- gritó Ralph
-Lo sé pero soy un demonio que es un mayordomo y no puedo permitir que toque a mi amo- tras estas palabras el sonido de huesos quebrándose llenó los oídos de Ciel, el mayordomo lanzó a su contrincante fuera de la cama.
-Bocchan cierre sus ojos y no los abra hasta que yo le diga.- su voz sonó calida y ligera para Ciel asentando con la cabeza y bajando sus parpados al instante. Su mayordomo miro su bello rostro y sus largas pestañas, pero una llamarada lo envió lejos de su amo sacándolo de sus pensamientos. Los sonidos de una batalla por su alma llegaban hasta Ciel, por primera vez pensaba en su futuro, en su existencia en manos de alguien que no fuera Sebastian, de pronto un jadeo doloroso departe de alguno de los contrincantes seguido de una sonora carcajada que se alejaba como un eco sin sentido. Para Ciel todo pasaba muy rápido y sin tiempo para asustarse se dio cuenta que era levantado en brazos, sus ojos se abrieron de inmediato y de su boca un leve susurro de alivio emano con el nombre de su mayordomo, este lo miró y le dirigió una sonrisa.
-Todo estara bien amo descanse pronto saldremos de aquí-
Ciel no contesto solo se acurruco un poco más acercándose a su demonio protector durmiendo casi al instante.
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Con pesadez las orbes azules se abrieron sin comprender donde se encontraba la luz que entraba por una ventana le indico que estaba apunto de oscurecer, se sentó en la cama y un dolor le hizo reaccionar; la piel aun conservaba los rasguños y su corazón palpitó fuertemente cuando se vio reflejado en un espejo ovalado frente a él, prontamente se dirigió al espejo para corroborar lo que temía, el sello había desaparecido de su mirada, se acercó más al cristal para mirar mejor pero nada no había ningún rastro, tampoco de su mayordomo, acaso era posible que lo abandonara?, miro hacia todos lados, se encontraba en una lujosa habitación de una cabaña con todas las comodidades y por el paisaje podía decir que era una campiña alejada de la ciudad. Poco después la puerta se abrió haciéndole dirigir la mirada a la entrada.
-Ya se ha levantado Bocchan, traje unas ceras para alumbrar, desea que le prepare algo de cenar?- Sebastian coloco una velas en los candelabros iluminando la estancia mientras el sol se ocultaba completamente.
-¿Por qué sigues aquí?- preguntó Ciel seriamente.
-Nesecitaba un poco de luz después de haber dormido tanto-
-El contrato esta roto.-
-Lo se, ahora es libre podrá regresar a la mansión y continuar con su vida-
- Y tu?-
-Yo?, yo solo sere una pieza más perdida en el juego-
-Y si deseo continuar con mi venganza?-
-Seria capaz de ofrendar nuevamente su alma?
-Una vez en la obscuridad no se puede volver a la luz, tu mismo lo dijiste-
-Es cierto- sonrió satisfactoriamente
Al mirarlo Ciel dudó un poco y continuo.
-Quiero que sigas a mi lado-
-Quiere decir que me necesita?-
-No, no dije eso, solo quiero que cumplas con tu trabajo- miró por la ventana
Sebastian fue hacia ella y serro las cortinas. Tomo a Ciel de la barbilla para que lo mirara a los ojos.
-Pero esta vez el precio será más alto-
-Pagaré lo que sea-
-Es lo que esperaba de mi alma- Sebastian acercó sus labios a los de Ciel para robarle un tierno beso, al principio el pequeño se resistió un poco pero al unir sus labios un sentimiento se encendió, el beso continuo un poco más hasta que Ciel lo terminó.
-Que haces?- Se toco los labios mirándolo fijamente.
-Comenzando el ritual-
-Hablas de…?- titubeo
-Si, usted dijo “a cualquier precio” sin embargo sigue a tiempo de arrepentirse-
-No solo terminemos con esto y regresemos a la normalidad-
-Así será-
Ciel se sentó sobre la cama tratando de ocultar el nerviosismo que se hacia presente en sus temblorosos movimientos, Sebastian se dispuso a quitarse el frack seguido por el chaleco y los guantes, esa noche deseaba acariciar la dulce piel de su amo sintiendo de piel a piel su calor, el pequeño lo observaba detalladamente cada uno de sus movimientos y por un instante sus miradas se cruzaron, Ciel sintió como un shock eléctrico pasara por todo su cuerpo haciéndole sonrojar inmediatamente al tiempo que desviaba la mirada. Sin querer perder más tiempo, Sebastian se acercó a su amo para tomar sus manos entre las suyas, para susurrarle al oído hipnotizándolo con su voz.
-Todo estará bien, déjelo en mis manos- sus palabras susurrantes encendieron esa chispa que brota de la pasión y recae en el cuerpo de su presa- olvídese que este mundo existe y permítame llevarlo hasta un lugar sin retorno-
Las mejillas de Ciel se encendieron aun más.
-Se… Sebastian yo…- El conde lo miró directo a esos ojos gatunos que parecían hipnotizarle. El mayordomo podía darse cuenta de que sus poderes surtían efecto, tomo el pequeño rostro entre sus manos para besarlo una vez más oprimiendo sus labios obligando a Ciel a abrir su boca y dejarle explorar su interior, robando su virginal sabor, cubriéndolo en sus brazos, subió con él a la cama recostándolo sobre las cómodas almohadas sin poder cortar con el ansiado beso, Sebastian solo se apartó para ver con detenimiento el encantador rostro de su amo, pasando sus dedos por sus sonrosadas mejillas y labios carmesí.
-Esta noche sellaremos un pacto eterno.- dijo esto mientras peinaba su cabello y rozaba sus labios con los del pequeño que reacciono moviendo sus labios como queriendo atrapar los de su sirviente, pero al abrir sus ojos pensó en no ser tan débil y dejarse llevar tan rápido, además solo era la estética de un demonio hambriento de almas. Sebastian descifro la duda en la mirada de su niño, se acercó nuevamente para decirle calidamente algunas palabras.
-Siempre le amare incondicionalmente.-´
-Mentiroso-contestó sin mirarlo
-Yo no miento, eso lo sabe bien.- Tomo entre sus brazos a Ciel, probando de él nuevamente un beso, romántico, apasionado, deseoso, mientras las manos del mayordomo recorrían el frágil cuerpo palpando la su calida piel sobre la tela, sintiendo los suaves gemidos de su joven amo al sentirse presa de su cuerpo, continuo devorando su piel pasando la lengua por aquel hermoso cuello, mordiendo y besando la deliciosa piel, comenzó a desabrochar el camisón de su niño para lograr apreciar y probar por completo su cuerpo, aun pequeño pero apetecible, Sebastian no lograba comprender como en tanto tiempo solo una alma podía provocarle esas sensaciones, deseando no abandonarlo nunca, Ciel se estremecía y se sonrojaba al verse presa de sus carisias y miradas, él demonio se acerco para saborear una y otra vez los sonrosados pezones que se endurecían con cada lamida, con su lengua siguió por su vientre saboreando la piel virginal acomodándose entre sus piernas y posando sus manos sobre el pequeño miembro comenzando a acariciarlo suavemente, observando detenidamente como se dejaba llevar por el placer.
-¿Se siente bien?- preguntó moviendo sus manos más rápido.
-ah si…- sin darse cuenta Ciel sucumbía a las caricias del mayordomo, el cual bajo su rostro para atrapar por completo el miembro de su amo con su boca.
-Ahhh….- Ciel se entremedio por completo y su respiración se precipito mientras apretaba con fuerza las sabanas entre sus pequeñas manos, arqueando su cuerpo de placer, Sebastian lleno sus dedos con su propia saliva para poco a poco introducirlo por la pequeña entrada, Ciel reacciono abriendo los ojos con sorpresa y un quejido brotó de sus labios cuando sintió un dedo más abrirse camino en él.
-Pronto no dolerá- dijo Sebastian
-Es… esta bien el dolor nos recuerda que estamos vivos mmm ..ah¡- nuevamente Sebastian llevo la erección del pequeño en su boca.
-Se.. Sebastian no, no puedo más- gimió fuertemente y tras tomar un poco de aire terminó en la boca de su mayordomo quien recibió el calido líquido sin desperdiciar ni una gota, bebiéndolo por completo, dejando a su amo jadeante, respirando rápidamente, Sebastian se deshizo de sus ultimas prendas mientras el cuerpo del pequeño aun temblaba, Ciel sintió la necesidad de estar aun más cerca de su protector así que cuando este se acercó para besarlo Ciel lo abrazó sin dejar espacio entre sus cuerpos despegando su cuerpo de la mullida cama, Sebastian aprovecho el momento para tomarlo entre sus brazos, levantando su ligero cuerpo colocándolo frente a el sobre sus piernas, acariciando su espalda besando su cuello mientras el conde dejaba caer su cabeza hacia atrás escapando de su boca esos sonidos que fascinaban a su sirviente, y nuevamente su cuerpo reaccionaba ante las endemoniadas y lujuriosas caricias que recorrían su espalda, sus piernas, y su cuerpo entero haciendo hervir de deseo cada parte que era tocada, Sebastian tomo entre sus manos su pequeño trasero y pegándolo más a él comenzó a introducirse cuidadosamente, Ciel se aferro a su delineada espalda escondiendo su rostro en el cuello del mayordomo dejándole oír sus entrecortados jadeos y permitiéndose embriagarse de su dulce aroma a chocolate, enterrando a la vez sus uñas en aquella espalda; de pronto su cuerpo fue invadido por completo y sus dientes se cerraron fuertemente sobre el hombro del más grande.
-Bocchan esta bien?-
-Ah si continua ah..-
Sebastian tomo por la fina cintura a su amo para moverse dentro de él Ciel dejaba caer algunas lagrimas de excitación por su rostro mientras el ritmo de las envestidas subía, sus cuerpos eran consumidos por el calor de la lujuria, el conde podía escuchar el rápido latir de sus corazones ahogándose entre gemidos y suspiros mientras sentía como su miembro se friccionaba entre ambos cuerpos provocando un fuego en su interior. Deseo, pasión, amor y necesidad, todas estas sensaciones se presentaban por primera vez en el pequeño agobiándolo y fue él quien sello con un fuerte beso con sus labios húmedos siendo recibidos gustosamente por su sirviente.
-Quédate siempre conmigo Sebastian, no me abandones.- dijo Ciel jadeante al oído de Sebastian.
--Lo seguiré hasta el final- contestó
Sin salir de él Sebastian lo recostó y tomo una de sus manos entrelazando sus dedos apretándola cuidadosamente uniéndose en un beso sintiendo como Ciel llegaba al éxtasis gritando su nombre y sin poder contenerse más al escuchar los sonidos existentes y las palabras de su joven amo Sebastian llenaría con su esencia el interior de Ciel dejando su marca en él.
Sebastian se disponía a levantarse y vestirse pero Ciel lo detuvo.
-Quédate conmigo esta vez-
-Es una orden?-
-Si lo es-
-Yes my lord-
Se acomodo junto a su amo protegiéndolo enteramente junto a él cubriéndose con la sabanas.
Continuara..,

esta buenisimo, me encanta vomo escribes n.n ademas que amo a estos personajes n.n

me en canto la historia espero q no tarde tanto la continuacion
y sigue escribiendo asi

n.n bueno esper que actualises pronto n.n

etto nanami-chan cuando leei tu fanfic me parecio un dejavu....mmmm , acaso tambien lo tienes en amor yaoi???, estoy seguro que ya lo habia leido, ya que un fanfic tan genial nunca se olvida

sera asi????? y si fuese como k nunca lo encontro ¬¬
jajajajajajaj ia porlomenos lo lei ahora n.n