Gekkouha
La flor de la luz de la luna
Escrito por: Maru de Kusanagi
Disclaimer: Bleach y todos sus personajes no me pertenecen. Ojala fueran míos. Esto está escrito por una fan para otros fans, y no pretende ofender a nadie, ni sacar provecho económico alguno.
Advertencias del capítulo: yaoi, parejas extrañas, flurry, universo alternativo y escritora loca. Acento rioplatense.
Parejas: principalmente Renji/Ichigo, Byakuya/Ishida, Grimmjow/Ulquiorra (un poco), Aizen/Toushirou, mención de Gin/Rangiku y Gin/Toushirou.
Clasificación:M (lemons y muchas escenas fuertes).
~Terminología para esta historia~
Semi-humano: una persona mitad animal, como los nekobito.
Neko: gato en japonés.
Nekobito: significaría algo así como “persona gato”, y es la unión de las palabras japonesas “neko” y “hito” (persona), y es una palabra que inventé.
Kitsune: zorro
Inubito: persona + perro... no me gusta como suena, así que no lo voy a usar mucho.
CAPÍTULO 11
Momo estaba molesta. La imagen en frente de ella era, de lejos, lo extraño que hubiera siquiera soñado. Iba así:
Recibió la noticia de que Rukia había regresado a Soul Society con un Renji mal herido. Aparentemente, los hollows les habían tendido una trampa y Renji había tenido lo peor. Ella sabía que Ichigo fue con ellos, porque ella misma ayudo a Rukia a convencer a Nanao para que falsificara la carta. ¿Dónde estaba? Y también, ¿Qué había sido de Shirou-chan? No lo vio cuando Renji fue ingresado a la división médica.
Al fin, después de que Renji fue dejado al cuidado del cuarto escuadrón, pudo hablar con Rukia. La shinigami de pelo corto le explico que no pudo ayudar a Renji porque había sido atapada en un hechizo del kitsune. Renji había sido atacado por el ex shinigami Aizen, quien aparentemente era el dueño original de los nekobitos. Todo era un desastre, y Rukia estaba muy molesta.
“Si él se dignara a explicar un poco más de lo que pasó,” dijo, indicando a un lindo nekobito de pelo blanco “quizá podamos entender que realmente está pasando.”
Momo parpadeó. Este lindo gatito blanco…
“¿Shirou-chan?” dijo ella al nekobito, y el chico se ruborizo, fastidiado por el apodo y su cara de sorpresa. “¿Recuperaste tu forma humana?”
“Sí…” respondió el joven, incomodo.
“¡Qué bien!” Momo sonrió, ¡le iba a caer encima y lo iba a abrazar con todas sus fuerzas! Era tan bello en esa forma… si el otro no se hubiera cruzado en el medio.
Otro semi humano la detuvo antes de que siquiera pudiera tocar a Toushirou. Apareció detrás del gato blanco y se le parecía, pero sus orejas y cola eran diferentes, y tenía una sonrisa burlona que la enervaba.
“¿Quién sos vos?” le pregunto, enojada.
El zorro la ignoro y abrazó a Toushirou en una forma muy posesiva. ESA era la cosa más rara que había visto.
“¡Gin! ¡Soltame! ¿Qué estás haciendo?” dijo Toushirou, quien no pudo evitar enrojecerse.
“¿Gin?”
“Éste es el zorro que vivía en el templo.” Explico Rukia.
Toushirou al fin se libero del agarre del zorro “Sí, ¡y es también un pervertido!”
Momo le clavo la mirada al zorro.
“¡Ey! ¡Deja en paz a Shirou-chan!” le grito, enfurecida.
“Pecho plano, no te metas donde no te concierne.” Repuso el zorro, apenas abriendo sus ojos pero el brillo rojo hizo que Momo se paralice. “Este gato entro a mi territorio, y hasta que me pague por los problemas que causó, es mío.”
“¡Yo no soy tuyo!” grito Toushirou, elevando la energía fría alrededor suyo “¡¿Quién dijo algo sobre yo pagándote algo, y de esa forma?!”
“¡Silencio ustedes!” ordeno una enfermera “¡Aquí se recupera la gente enferma! ¡Vayan a discutir a otro lado!”
El grupo fue echado del cuarto y cruzaron sus caminos con Byakuya y Uryu. Rukia esperaba ver a su hermano después, pero el momento de la verdad llego pronto.
Grimjow al fin se escapo de Yachiru. Nunca había lidiado con el “amor” de los niños, así que la shinigami hiperactiva le era algo nuevo, y extremadamente molesto.
Caminó por los pasillos hasta que olio algo familiar. La esencia de Toushirou, y no estaba lejos.
Vio las orejas y cola negras del gato primero, y reconoció al nekobito. Junto a él estaba un alto shinigami con pinta muy cheta. Toushirou estaba con dos chicas de pelo corto y un zorro plateado. Se lamio los labios, esto iba a estar bueno.
“¡Eh! ¡Gato negro!”
Uryu se volvió y se encogió. ¿Qué hacia él aquí?
“Debes estar feliz, tu enemigo se fue.” Dijo Grimjow, acercándose.
“¿Quién eres y de que hablas?” inquirió Byakuya, con su usual voz quieta.
“Byakuya-sama…”
“¿Grimjow?” dijo Toushirou. ¿Podía esta situación ser más extraña?
“¿Así que solo se llevo a Ichigo?” fue todo lo que dijo Grimjow “Y vos debes ser el zorro del que Aizen tanto hablaba.” Miro un momento al zorro antes de volverse a Uryu “Y, gato negro, ¿contento?”
“Respóndeme.” Dijo Byakuya, con un brillo helado en los ojos “¿De qué hablas?”
Hasta Grimjow no podía mantener su confianza ante ese tono.
“Este gato negro me dijo sobre la misión y donde era. Yo solo le di la información a Aizen.”
“¿Qué?” pregunto Toushirou.
Byakuya tomo a Grimjow del cuello “Si aprecias tu vida, explícate mejor.”
“Como dije, él me dijo todo.” Respondió Grimjow, soportando la mirada de Byakuya “porque no quería que el naranja cerca de su querido amo.”
Byakuya lo soltó y se volvió a ver a Uryu. El gato negro tenía los ojos y orejas bajos, y ladeaba la cola de lado a lado ansiosamente.
“Uryu-kun…” empezó a decir Rukia “¿es eso cierto?”
“Uryu,” dijo Byakuya “mírame.”
Uryu no lo hizo.
“Es una orden.”
Uryu se encogió ante el tono autoritario de su amo, y vacilantemente levanto la cara. Los ojos duros de su amo lo perforaron.
“¿Esa es la verdad?”
“Sí… Byakuya-sama…”
Se hizo un largo silencio. El grupo se quedo quieto, admirando la escena. El gato negro, profundamente enamorado de su gélido amo. El amo, sorprendido por la traición.
“¿Por qué?”
“Porque yo estoy enamorado de usted, amo.”
Amo. Un término que Uryu nunca usaba, y sonaba tan pesado…
“Y no quería que ese gato se le acercara… que lo apartara de mi… no quería que lo lastimaran… solo que se fuera…”
Uryu lloraba. Cerró los ojos cuando vio la mano de su amo alzarse. Las lágrimas caían de sus ojos mientras esperaba.
Un par de brazos los rodeo y lo acerco a un cálido pecho.
Byakuya no dijo nada. Solo lo abrazo, como cuando era un niño, cuando estaba tan asustado y solo. Solo deseaba conservar lo que tenia.
Fascinados por esta escena, nadie notó a Gin llevándose a Toushirou.
“¡Ya déjame!”
Gin se detuvo en un techo, y al fin soltó su carga. El nekobito blanco no estaba para nada contento. Se volvió a ver al zorro plateado, con las orejas hacia atrás y la cola levantada. Era algo más bien cómico antes que atemorizador.
“¿Para qué me sacaste?”
“¿No pareció que era un momento intimo?” dijo Gin, repentinamente la burla ausente en su comportamiento. Sorprendido, Toushirou se quedo sin palabras y su ira se desvaneció. A lo mejor, este zorro no era tan malo…
Su cola se movió ausentemente de lado a lado.
“¡Y así te puedo conocer mejor!” dijo Gin, tomando la cola de Toushirou. El gato se erizo y sintió como si un shock eléctrico le corriera por la espalda. En su forma gatuna, ¡nunca se sintió así!
“Déjame…” susurro. Gin acerco su cara.
“¿Por qué? Te gusta.”
La mano de Gin no le soltó la cola, y la otra mano le acaricio la espalda. Las manos de Toushirou se apoyaron en el pecho de Gin.
“Dije…”
Estaba casi sin aliento.
“¿Qué, Shirou-chan?”
La lengua de Gin estaba en su mentón, y de ahí se deslizo a su mejilla, saboreándolo, húmeda y desvergonzada. Aun con la vergüenza pintada en la cara, Toushirou recordó cuan placentero era ser tocado así, cuan placentero era ser deseado de esa manera.
“Shirou-chan…”
La voz de Aizen ronroneo en sus oídos “Dime que deseas… mi lindo chibi…”
“¡Déjame!” grito el gato, apartando a Gin y congelando todo alrededor suyo. “Pe… ¡pedófilo pervertido!”
“Si sos un niño, ¿Por qué dejaste que te toque en primer lugar?” pregunto Gin “Al menos yo no pretendo ser lo que no soy. Te gusta actuar y ser tratado como un niño, aun cuando no sos nada semejante, e incluso dices no serlo.”
Toushirou no respondió. Los cristales helados brillaron bajo el sol, a su alrededor. Aun cuando todo estaba helado en derredor, sentía su cuerpo arder.
“Y, para que sepas, reaccionaste a mi atractivo allá, estoy seguro que no me sos indiferente.”
Estaba en lo cierto. Desde la primera vez que vio al zorro plateado bajo la luna, brillando bellamente, quedo fascinado. Lo deseo, no como un niño que busca la atención de un adulto. Como un hombre deseando a otro hombre. Su ahora crecido cuerpo era incontrolable, gritándole por el contacto del otro, por besarlo, poseerlo y dejarse poseer. Como en el momento en que el zorro le lamio el brazo y borro las marcas de Aizen.
Esos sentimientos lo aterraban. Lo hacían recordar repetidamente lo que había vivido bajo las manos de Aizen. Recordar aquello. Aun cuando deseaba recuperar su niñez, ya era algo perdido. Ya no era un niño, aunque su cuerpo se viera como el de uno.
Sin mencionar que este maldito zorro era demasiado atractivo… casi habría cedido desde el principio.
“Así que, Toushirou,” al fin dijo el zorro, agachándose en frente de él “¿Qué vas a decidir?”
Toushirou miro al zorro. Los irises rojos estaban fijo en él. Cuando estaba por hablar, todo empezó a temblar.
“¿Qué pasa? ¿Un temblor?”
“No,” dijo Gin, moviendo las orejas y volviendo a cerrar los ojos “es un portal, siendo forzado a abrirse.”
Toda la Soul Society temblaba y el suelo gritaba. Todos los shinigamis salieron, sorprendidos o asustados.
“Así que, al fin va a intentar alcanzarlo.”
La flor de la luz de la luna
Escrito por: Maru de Kusanagi
Disclaimer: Bleach y todos sus personajes no me pertenecen. Ojala fueran míos. Esto está escrito por una fan para otros fans, y no pretende ofender a nadie, ni sacar provecho económico alguno.
Advertencias del capítulo: yaoi, parejas extrañas, flurry, universo alternativo y escritora loca. Acento rioplatense.
Parejas: principalmente Renji/Ichigo, Byakuya/Ishida, Grimmjow/Ulquiorra (un poco), Aizen/Toushirou, mención de Gin/Rangiku y Gin/Toushirou.
Clasificación:M (lemons y muchas escenas fuertes).
~Terminología para esta historia~
Semi-humano: una persona mitad animal, como los nekobito.
Neko: gato en japonés.
Nekobito: significaría algo así como “persona gato”, y es la unión de las palabras japonesas “neko” y “hito” (persona), y es una palabra que inventé.
Kitsune: zorro
Inubito: persona + perro... no me gusta como suena, así que no lo voy a usar mucho.
CAPÍTULO 11
Momo estaba molesta. La imagen en frente de ella era, de lejos, lo extraño que hubiera siquiera soñado. Iba así:
Recibió la noticia de que Rukia había regresado a Soul Society con un Renji mal herido. Aparentemente, los hollows les habían tendido una trampa y Renji había tenido lo peor. Ella sabía que Ichigo fue con ellos, porque ella misma ayudo a Rukia a convencer a Nanao para que falsificara la carta. ¿Dónde estaba? Y también, ¿Qué había sido de Shirou-chan? No lo vio cuando Renji fue ingresado a la división médica.
Al fin, después de que Renji fue dejado al cuidado del cuarto escuadrón, pudo hablar con Rukia. La shinigami de pelo corto le explico que no pudo ayudar a Renji porque había sido atapada en un hechizo del kitsune. Renji había sido atacado por el ex shinigami Aizen, quien aparentemente era el dueño original de los nekobitos. Todo era un desastre, y Rukia estaba muy molesta.
“Si él se dignara a explicar un poco más de lo que pasó,” dijo, indicando a un lindo nekobito de pelo blanco “quizá podamos entender que realmente está pasando.”
Momo parpadeó. Este lindo gatito blanco…
“¿Shirou-chan?” dijo ella al nekobito, y el chico se ruborizo, fastidiado por el apodo y su cara de sorpresa. “¿Recuperaste tu forma humana?”
“Sí…” respondió el joven, incomodo.
“¡Qué bien!” Momo sonrió, ¡le iba a caer encima y lo iba a abrazar con todas sus fuerzas! Era tan bello en esa forma… si el otro no se hubiera cruzado en el medio.
Otro semi humano la detuvo antes de que siquiera pudiera tocar a Toushirou. Apareció detrás del gato blanco y se le parecía, pero sus orejas y cola eran diferentes, y tenía una sonrisa burlona que la enervaba.
“¿Quién sos vos?” le pregunto, enojada.
El zorro la ignoro y abrazó a Toushirou en una forma muy posesiva. ESA era la cosa más rara que había visto.
“¡Gin! ¡Soltame! ¿Qué estás haciendo?” dijo Toushirou, quien no pudo evitar enrojecerse.
“¿Gin?”
“Éste es el zorro que vivía en el templo.” Explico Rukia.
Toushirou al fin se libero del agarre del zorro “Sí, ¡y es también un pervertido!”
Momo le clavo la mirada al zorro.
“¡Ey! ¡Deja en paz a Shirou-chan!” le grito, enfurecida.
“Pecho plano, no te metas donde no te concierne.” Repuso el zorro, apenas abriendo sus ojos pero el brillo rojo hizo que Momo se paralice. “Este gato entro a mi territorio, y hasta que me pague por los problemas que causó, es mío.”
“¡Yo no soy tuyo!” grito Toushirou, elevando la energía fría alrededor suyo “¡¿Quién dijo algo sobre yo pagándote algo, y de esa forma?!”
“¡Silencio ustedes!” ordeno una enfermera “¡Aquí se recupera la gente enferma! ¡Vayan a discutir a otro lado!”
El grupo fue echado del cuarto y cruzaron sus caminos con Byakuya y Uryu. Rukia esperaba ver a su hermano después, pero el momento de la verdad llego pronto.
***=^..^=***
Grimjow al fin se escapo de Yachiru. Nunca había lidiado con el “amor” de los niños, así que la shinigami hiperactiva le era algo nuevo, y extremadamente molesto.
Caminó por los pasillos hasta que olio algo familiar. La esencia de Toushirou, y no estaba lejos.
Vio las orejas y cola negras del gato primero, y reconoció al nekobito. Junto a él estaba un alto shinigami con pinta muy cheta. Toushirou estaba con dos chicas de pelo corto y un zorro plateado. Se lamio los labios, esto iba a estar bueno.
“¡Eh! ¡Gato negro!”
Uryu se volvió y se encogió. ¿Qué hacia él aquí?
“Debes estar feliz, tu enemigo se fue.” Dijo Grimjow, acercándose.
“¿Quién eres y de que hablas?” inquirió Byakuya, con su usual voz quieta.
“Byakuya-sama…”
“¿Grimjow?” dijo Toushirou. ¿Podía esta situación ser más extraña?
“¿Así que solo se llevo a Ichigo?” fue todo lo que dijo Grimjow “Y vos debes ser el zorro del que Aizen tanto hablaba.” Miro un momento al zorro antes de volverse a Uryu “Y, gato negro, ¿contento?”
“Respóndeme.” Dijo Byakuya, con un brillo helado en los ojos “¿De qué hablas?”
Hasta Grimjow no podía mantener su confianza ante ese tono.
“Este gato negro me dijo sobre la misión y donde era. Yo solo le di la información a Aizen.”
“¿Qué?” pregunto Toushirou.
Byakuya tomo a Grimjow del cuello “Si aprecias tu vida, explícate mejor.”
“Como dije, él me dijo todo.” Respondió Grimjow, soportando la mirada de Byakuya “porque no quería que el naranja cerca de su querido amo.”
Byakuya lo soltó y se volvió a ver a Uryu. El gato negro tenía los ojos y orejas bajos, y ladeaba la cola de lado a lado ansiosamente.
“Uryu-kun…” empezó a decir Rukia “¿es eso cierto?”
“Uryu,” dijo Byakuya “mírame.”
Uryu no lo hizo.
“Es una orden.”
Uryu se encogió ante el tono autoritario de su amo, y vacilantemente levanto la cara. Los ojos duros de su amo lo perforaron.
“¿Esa es la verdad?”
“Sí… Byakuya-sama…”
Se hizo un largo silencio. El grupo se quedo quieto, admirando la escena. El gato negro, profundamente enamorado de su gélido amo. El amo, sorprendido por la traición.
“¿Por qué?”
“Porque yo estoy enamorado de usted, amo.”
Amo. Un término que Uryu nunca usaba, y sonaba tan pesado…
“Y no quería que ese gato se le acercara… que lo apartara de mi… no quería que lo lastimaran… solo que se fuera…”
Uryu lloraba. Cerró los ojos cuando vio la mano de su amo alzarse. Las lágrimas caían de sus ojos mientras esperaba.
Un par de brazos los rodeo y lo acerco a un cálido pecho.
Byakuya no dijo nada. Solo lo abrazo, como cuando era un niño, cuando estaba tan asustado y solo. Solo deseaba conservar lo que tenia.
Fascinados por esta escena, nadie notó a Gin llevándose a Toushirou.
***=^..^=***
“¡Ya déjame!”
Gin se detuvo en un techo, y al fin soltó su carga. El nekobito blanco no estaba para nada contento. Se volvió a ver al zorro plateado, con las orejas hacia atrás y la cola levantada. Era algo más bien cómico antes que atemorizador.
“¿Para qué me sacaste?”
“¿No pareció que era un momento intimo?” dijo Gin, repentinamente la burla ausente en su comportamiento. Sorprendido, Toushirou se quedo sin palabras y su ira se desvaneció. A lo mejor, este zorro no era tan malo…
Su cola se movió ausentemente de lado a lado.
“¡Y así te puedo conocer mejor!” dijo Gin, tomando la cola de Toushirou. El gato se erizo y sintió como si un shock eléctrico le corriera por la espalda. En su forma gatuna, ¡nunca se sintió así!
“Déjame…” susurro. Gin acerco su cara.
“¿Por qué? Te gusta.”
La mano de Gin no le soltó la cola, y la otra mano le acaricio la espalda. Las manos de Toushirou se apoyaron en el pecho de Gin.
“Dije…”
Estaba casi sin aliento.
“¿Qué, Shirou-chan?”
La lengua de Gin estaba en su mentón, y de ahí se deslizo a su mejilla, saboreándolo, húmeda y desvergonzada. Aun con la vergüenza pintada en la cara, Toushirou recordó cuan placentero era ser tocado así, cuan placentero era ser deseado de esa manera.
“Shirou-chan…”
La voz de Aizen ronroneo en sus oídos “Dime que deseas… mi lindo chibi…”
“¡Déjame!” grito el gato, apartando a Gin y congelando todo alrededor suyo. “Pe… ¡pedófilo pervertido!”
“Si sos un niño, ¿Por qué dejaste que te toque en primer lugar?” pregunto Gin “Al menos yo no pretendo ser lo que no soy. Te gusta actuar y ser tratado como un niño, aun cuando no sos nada semejante, e incluso dices no serlo.”
Toushirou no respondió. Los cristales helados brillaron bajo el sol, a su alrededor. Aun cuando todo estaba helado en derredor, sentía su cuerpo arder.
“Y, para que sepas, reaccionaste a mi atractivo allá, estoy seguro que no me sos indiferente.”
Estaba en lo cierto. Desde la primera vez que vio al zorro plateado bajo la luna, brillando bellamente, quedo fascinado. Lo deseo, no como un niño que busca la atención de un adulto. Como un hombre deseando a otro hombre. Su ahora crecido cuerpo era incontrolable, gritándole por el contacto del otro, por besarlo, poseerlo y dejarse poseer. Como en el momento en que el zorro le lamio el brazo y borro las marcas de Aizen.
Esos sentimientos lo aterraban. Lo hacían recordar repetidamente lo que había vivido bajo las manos de Aizen. Recordar aquello. Aun cuando deseaba recuperar su niñez, ya era algo perdido. Ya no era un niño, aunque su cuerpo se viera como el de uno.
Sin mencionar que este maldito zorro era demasiado atractivo… casi habría cedido desde el principio.
“Así que, Toushirou,” al fin dijo el zorro, agachándose en frente de él “¿Qué vas a decidir?”
Toushirou miro al zorro. Los irises rojos estaban fijo en él. Cuando estaba por hablar, todo empezó a temblar.
“¿Qué pasa? ¿Un temblor?”
“No,” dijo Gin, moviendo las orejas y volviendo a cerrar los ojos “es un portal, siendo forzado a abrirse.”
Toda la Soul Society temblaba y el suelo gritaba. Todos los shinigamis salieron, sorprendidos o asustados.
“Así que, al fin va a intentar alcanzarlo.”
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