Gekkouha
La flor de la luz de la luna
Escrito por: Maru de Kusanagi
Disclaimer: Bleach y todos sus personajes no me pertenecen. Ojala fueran míos. Esto está escrito por una fan para otros fans, y no pretende ofender a nadie, ni sacar provecho económico alguno.
Advertencias del capítulo: yaoi, parejas extrañas, flurry, universo alternativo y escritora loca. Acento rioplatense. ABUSO(violación) y MUERTE DE PERSONAJE (ya están avisados...)
Parejas: principalmente Renji/Ichigo, ya se sumó Byakuya/Ishida, Grimmjow/Ulquiorra (un poco), Aizen/Toushirou y mención de Gin/Rangiku.
Clasificación: M (lemons y muchas escenas fuertes).
~Terminología para esta historia~
Semi-humano: una persona mitad animal, como los nekobito.
Neko: gato en japonés.
Nekobito: significaría algo así como “persona gato”, y es la unión de las palabras japonesas “neko” y “hito” (persona), y es una palabra que inventé.
Kitsune: zorro
Inubito: persona + perro... no me gusta como suena, así que no lo voy a usar mucho.
Forgive me for I don't know what I gain
Alone in this garden of pain
Enchantment has but one truth:
I weep to have what I fear to lose
CAPÍTULO 9
Era una noche tranquila, como de costumbre. Sentado en el techo del templo, el zorro plateado observaba la luna. Allí vivía, y de vez en cuando algún otro semi humano que pasaba se quedaba algún tiempo. El otro día, un Hollow poseyó el cuerpo de un nekobito gris que vivía desde hacía un mes allí con él. Dos shinigamis lo mataron. No sintió pena por él, porque había sido débil al dejarse devorar de esa manera. Gin era consciente que la mayoría de los hollows que aparecían estaban tras de él, seguramente mandados por su antiguo amo, y no tenía dificultades en ocuparse de ellos. De todas formas, la estrategia de ocultar el reiatsu dentro del cuerpo del nekobito había sido algo nuevo. Bueno, hacia sus días un poco más divertidos.
Ahora, dos shinigamis habían ingresado al bosque con otros dos semi-humanos. Esos últimos eran diferentes a los que normalmente veía, tenían reiatsu, así que debían estar domesticados y, probablemente, atraerían más hollows.
Ladeó la cola y olfateo el aire.
¿Sexo?
Eso era algo nuevo...
Los otros dos se acercaban a donde estaba, y había algo familiar en el semi-no, era nekobito. Desde su punto de observación, pudo ver a la mujer shinigami y la figura blanca sobre su hombro. Interesante.
Rukia se detuvo frente la entrada del templo. Miro al techo, donde la forma de algo recién había desaparecido.
“Me parece que percibí algo.”
Toushirou salto al piso y camino al frente, moviendo la cola con atención.
“Puedo sentirlo. Algo vive en este sitio.”
“¿Podes llamarlo a que salga? Me gustaría hablarle.”
Toushirou dio vueltas ante la entrada.
“No estoy seguro Si es un semi humano salvaje, no saldrá. Y si se trata de un kitsune... bueno, la única forma de que salga es cuando algo que desean les es ofrecido.”
“Sabes mucho sobre ellos, como cuando estábamos en la cafetería.”
Toushirou ingreso al templo.
“No.” Su pelaje brilló, como si poseyera su propia fuente de energía “Conocí un kitsune, hace mucho tiempo atrás.”
Dentro era completa oscuridad, y un par de fantasmas se les cruzaron. Rukia les hizo el konso a las almas, mientras Toushirou la seguía.
Repentinamente, el jardín trasero del templo apareció ante él. Se volvió a buscar a Rukia, pero no estaba. La gran luna llena brillaba casi como un sol con su luz fría.
“¿Rukia-san?”
“Aquí.” Oyó la voz de la shinigami a su derecha “Vaya, eso fue extraño.”
Toushirou la miro mientras se le acercaba.
“¿Lo sientes ahora? Le perdí el rastro...”
Rukia extendió la mano para tocarlo pero Toushirou siseo.
“¿Quién eres?” el pelaje del gato blanco se erizó y gruño, bajando las orejas. Empezó a brillar, emanando su poder frio, y Rukia lo miro, confundida
“Soy yo. ¿Qué te pasa?”
Una estalactita de hielo se estrello en el suelo, ante ella.
“No volveré a errar. ¡Muéstrate!”
Rukia lo miro en silencio y repentinamente su rostro se contrajo en una extraña sonrisa. Sus ojos se cerraron y dos orejas puntiagudas aparecieron, seguidas por una cola esponjosa, ambas de color plateado.
“Hum, no sos divertido.” Dijo la cosa mitad Rukia “Pensé que me iba a poder divertir un poco con voz, Shirou-chan.”
Y entonces aquella cosa se transformo en un zorro plateado.
“¡Pero si sos un lindo chibi!” le dijo el zorro, con un tono juguetón “¡No deberías ser tan serio!”
“¡No me digas así!” grito Toushirou, y lanzo una ola de hielo al zorro, que salto al otro lado del jardín.
Odiaba ser llamado por esa palabra. Así le había llamado ese hombre entonces. Corriendo tras el zorro, no se dio cuenta que tras un arbusto se extendía un precipicio, y casi se cae. Trató de aferrarse a una rama, pero le resultaba difícil mantener el equilibrio.
“Que calentón, a pesar de que tienes el poder del hielo.” Dijo el zorro, sentado mirándolo desde arriba, los parpados cerrados “¿Querés que te salve?”
Toushirou hizo un camino de hielo y trepo por este. El zorro rió.
“Bien, bien, Shirou-chan.” Lo felicitó.
“¿Dónde está Rukia?”
“Ah... ¿ella? Me la comí.”
El zorro volvió a esquivar una estalactita de hielo.
“¡No creo que te le hayas comido en seis segundos!”
“Ah, ¿te diste cuenta?”
Entonces, una extraña energía emergió y una figura monstruosa apareció. Aullaba como si estuviera sufriendo un dolor impensable, y tenía un hoyo en el medio del cuerpo.
“¿Por qué nunca me puedo divertir’?” inquirió el zorro y su forma cambio nuevamente. Ahora era un hombre, de cuerpo delgado y cabello plateado corto. Poseía las orejas puntiagudas y vestía una yukata color celeste cielo. Se paró en frente de la criatura con su sonrisa imperturbable.
El monstruo rugió y se lanzo contra el kitsune, quien salto grácilmente, y con un toque de su mano la cabeza del monstruo estallo.
Toushirou estaba anonadado, ¿cómo era posible que esta criatura fuese tan poderosa, y, aun así, ocultara tan bien su presencia? El zorro cayó al suelo sin hacer ruido, y se volvió a ver a Toushirou.
“Detrás de ti.”
Toushirou apenas se cubrió con un escudo de hielo, pero una de sus patas fue rasgada por la zarpa del segundo Hollow. Llamo a su hielo nuevamente, pero su energía no era la suficiente para congelarlo.
“No seas idiota, usa tu forma humana.” Le dijo el zorro “En ese tamaño, no podes usar tu poder al máximo.”
“¡Nunca!” chillo Toushirou, resoplando. Esquivo un ataque y lanzo otras lanzas de hielo a la cabeza del Hollow, cegándolo. La herida, y el uso de tanta energía, lo estaban dejando sin reservas. Cuando trato de moverse, sus piernas cedieron y se desplomó en el suelo. ¡Mierda, mierda, mierda!
“Qué caprichoso.” Dijo el kitsune y se adelantó. Con un veloz movimiento, corto la cabeza del Hollow.
“Eso fue innecesariamente peligroso, ¿sabías?” dijo el zorro, acercándose a la cansada figura de Toushirou.
El nekobito solo le clavo la mirada, estaba demasiado cansado para darle una respuesta. El zorro se agachó a su lado y su sonrisa desapareció un momento. Entonces, tomo una de las patas delanteras de Toushirou y lo hizo erguirse. Toushirou dejo escapar una exclamación de sorpresa, y en ese momento vio que su cuerpo había cambiado. Era el mismo cuerpo de aquel entonces.
“¿Qué hiciste?” grito, mirándose y, al percatarse de su desnudez, rápidamente se cubrió las partes privadas con las manos.
“Fuiste hechizado por un zorro. Por ese motivo, cuando te toqué, tu forma humana fue recuperada. Por eso no podías llamarla a voluntad, ni pudiste invocar ropas para que te cubran.”
El zorro hizo sonar sus dedos y una capa apareció. Se la dio a Toushirou, quien la tomo con furia.
“Vuélveme a como era antes.” Dijo Toushirou.
“¿Qué?”
“¡Dije que me vuelvas a ser un gato! ¡No quiero volver a este cuerpo!”
“Bueno, Shirou-chan...”
“¡Mi nombre no es Shirou-chan, es Toushirou!”
“Y yo soy Gin, ¡un gusto!”
Gin extendió la mano y Toushirou lo rechazo.
“¡Vuélveme a como era antes!”
“No puedo.” Dijo el zorro, y Toushirou lo miro con los ojos ampliamente abiertos. “Hueles como Ran... ella era la que podía hacer esas cosas, yo no tengo ese poder. Y vos podes llamar a tu forma gatuno a voluntad... pero me parece que te llevará tiempo aprender a hacerlo.”
Toushirou cerró los ojos cuando las lágrimas empezaron a salir. ¡Estaba tan furioso! Odiaba esta figura, era la razón por la cual ese hombre le puso las manos encima aquella vez. Se aferro fuerte a la tela que ahora lo cubría. Si, a veces su forma humana se mostraba, pero solo cuando estaba molesto. Pero, vivir nuevamente así...
“Te voy a matar...” exclamo Toushirou, secándose las lagrimas de la cara.
“Vamos, vamos, chibi...”
“¡No VUELVAS A LLAMARME ASÍ!”
Entonces, se mostro el color rojo. Dos gemas ardientes sobre el plateado. Gin lo golpeo y le hizo caer.
“Me parece que no tenés derecho a darme ordenes en mi casa, y menos cuando sos tan débil.”
Toushirou se seco la sangre de la boca y entonces pudo ver los números grabados en la muñeca. Rangiku.
“Dijiste Ran... ¿Te referías a Rangiku?”
No esperaba respuesta, pero el zorro lo hizo.
“Sí.”
“Entonces, ¿por qué no la salvaste? ¿Por qué la dejaste allí?” el rostro del zorro carecía de su sonrisa burlona y los ojos estaban otra vez cerrados “¡Ella ahora está muerta!”
“Nunca entenderías, gato.”
Gin se le acerco y puso una mano en la herida de su pierna. El reiatsu del zorro plateado brilló, y después de un momento, estaba curado. Entonces, sin aviso, Gin besó la frente de Toushirou.
“Duerme.”
“¿Toushirou?”
“¿Sí?”
“¿Qué pasó hoy en la oficina del Amo?”
“Nada, ¿por qué preguntas?”
“Algo te molesta.”
En realidad, después de la reunión, Toushirou sentían una extraña ansiedad que le gritaba que huyera de ese lugar porque algo muy malo iba a pasar. Mañana, Aizen dijo que vendría a verlo en privado.
"Nah, no te preocupes." vio a Ichigo rascarse la parte interna del brazo y decidió darle un vistazo.
"¿Qué es esto?" unos números estaban labrados en la piel, aun rojos.
"El amo mando a alguien a hacerlo mientras estabas en su oficina. Dijo que era necesario."
Toushirou trago, tratando de sacarse el nudo que tenía en la garganta. ¡Eran los mismos números que Aizen había marcado en su muñeca esa misma tarde! ¿Así que Ichigo y él habían sido dados a ese hombre?
No. Iba a hacer cualquier cosa para evitar que su hermanito fuera lastimado.
"Toushirou?"
"Es tarde, debemos ir a dormir."
"¿Y Grim?"
"Volverá cuando alguien le dé una patada."
Ichigo rio al oírlo.
"Yo voy por él" dijo Ulquiorra con su voz aburrida y dejo el dormitorio. ¿Quién podía entender a ese perro?
La mañana llego, pero el sol se oculto tras nubes grises. Amenazaba con lluvia. Los chicos odiaban esos días, acostumbraban mandarlos a aprender alguna cosa aburrida para sus futuros amos. Rangiku llamo a Toushirou aparte a media mañana. Era hora de prepararlo para Aizen.
Lo baño con extremo cuidado, aun cuando el ya no era un niño y no necesitase ayuda para hacerlo. Aun cuando él se sonrojo y trato de apartarla y que lo dejara solo. Ella le dio un aceite para que se pasara en su piel perlada que le hizo oler a sándalo. Toushirou la dejo secarle el cabello con una toalla. Por un momento, Rangiku sintió como que estaba preparando a su hijo para su boda... Nada más lejano a la realidad.
Le entrego un lindo yukata color celeste cielo, con diseño de grullas en la parte baja. Estaba muy hermoso. Ella no pudo evitar abrazarlo contra su pecho.
"Rangiku... No puedo respirar..."
"Perdón, Shirou-chan." le dijo ella y él vio una lágrima solitaria en su mejilla.
"¿Estás bien?"
Ella no respondió. Tomo las ropas sucias y las puso en una cesta. Después, llevo a Toushirou al salón de almuerzo de los invitados. Ya era el medio día.
"Lo siento." dijo ella en un tono tan bajo que Toushirou casi no la escucho mientras ingresaba a la habitación y la puerta era cerrada detrás suyo. Aizen ya estaba allí.
"Hola, Toushirou." los ojos de Aizen brillaban nuevamente con esa extraña luz. Era deseo. Sus instintos le gritaban por que se echara a correr, pero no se acobardó. Niño caprichoso. "Ven, siéntate y come. Ya es hora del almuerzo."
Toushirou se acerco y se sentó frente a Aizen, quien lo observo comer. La comida era exquisita, y el nekobito olvido sus miedos al distraerse en eso. Cuando termino su plato, miro a Aizen.
"Cibi, ¿estuvo rico?”
Toushirou se ruborizo al oír ese apodo.
"Si, perdone."
"No hace falta, chibi. Eres tan lindo."
La mano de Aizen le tomo la cara y la otra se apoyo sobre su pierna. Toushirou encontró esto muy incomodo, y trato de apartarse.
"¿Te gustaría saber que hay de postre?" Susurro Aizen muy cerca a su cara "Helado..."
Toushirou podía ser inocente, pero entonces se dio cuenta que haber bajado la guardia había sido un error. La mano en su pierna se acerco a su entrepierna y la otra se deslizo dentro de su yukata.
"No... Yo..." Toushirou llamo a su poder del hielo, y la mano de Aizen se cubrió de hielo. El hombre frunció el ceño y Toushirou sintió las marcas en su muñeca arder, sus sentidos ser atontados por el dolor. Grito.
"Chibi malo, debo enseñarte a respetara tu amo" dijo Aizen y aflojo el obi de Toushirou, y con eso le ato las manos en la espalda. Entonces, abrió el yukata y encontró la erección del gato.
"Qué lindo, chibi."
Toushirou se resistió, pero Aizen le sujeto las piernas con su propio peso y lamio las lágrimas que ahora mojaban la cara de Toushirou. Deliciosas.
No le tomo mucho tiempo hacer que el gato se corriera en su mano, y Toushirou nunca antes se sintió tan agotado y avergonzado. Solo vio puntos blancos en su campo visual, y entonces escuchó unos ruidos, como de ropas siendo removidas. Entonces, sus piernas fueron separadas y levantadas, y ahora una mano le tocaba ese sitio, esa entrada, dedos presionando dentro de él desvergonzadamente.
"¡No!"
Los dedos no se detuvieron hasta que encontraron algo dentro de él que lo hizo volver a gritar de vergüenza y placer.
"Lindo chibi..." dijo Aizen, su voz ronca de deseo. Lo acaricio sin vacilar, haciendo que el gato blanco gritara su excitación.
Los dedos fueron retirados y entonces algo más forzó su entrada.
"¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!"
Toushirou corrió hasta que el sol le cegó los ojos, y se detuvo junto a un árbol de sakura. Se inclinó y vomito. Resoplando, se limpio la boca. Se sentía afiebrado.
"¿Siempre tan ruidoso por las mañanas?"
Toushirou se volvió rápidamente a mirar la delgada figura del zorro ante él. Esa maldita sonrisa le hacía hervir la sangre. Ciegamente se arrojo contra él, pero el zorro lo tomo de un brazo y lo pateo detrás de las rodillas, haciéndolo caer. El gato se resistió hasta que lamentos pudieron oírse.
"¡Te odio! ¿Por qué me hiciste esto?" Gin no sabía si el gato realmente se dirigía a él "¿Por qué siquiera naci...?"
El gato se mantuvo callado un momento hasta que levanto los ojos a Gin.
"¿Por qué no me matas?" dijo Toushirou "Este es tu territorio, ¿no? Podrías matarme, y nadie te reclamaría."
Gin lo soltó y Toushirou se derrumbo en el suelo.
"Sé hombre. Ran debió ver algo en ti que valía la plena salvar."
Es igual a él, Gin. Igual al bebé que murió... Lo vi en un sueño.
No puedo dejarlo así nada más, Gin.
La flor de la luz de la luna
Escrito por: Maru de Kusanagi
Disclaimer: Bleach y todos sus personajes no me pertenecen. Ojala fueran míos. Esto está escrito por una fan para otros fans, y no pretende ofender a nadie, ni sacar provecho económico alguno.
Advertencias del capítulo: yaoi, parejas extrañas, flurry, universo alternativo y escritora loca. Acento rioplatense. ABUSO(violación) y MUERTE DE PERSONAJE (ya están avisados...)
Parejas: principalmente Renji/Ichigo, ya se sumó Byakuya/Ishida, Grimmjow/Ulquiorra (un poco), Aizen/Toushirou y mención de Gin/Rangiku.
Clasificación: M (lemons y muchas escenas fuertes).
~Terminología para esta historia~
Semi-humano: una persona mitad animal, como los nekobito.
Neko: gato en japonés.
Nekobito: significaría algo así como “persona gato”, y es la unión de las palabras japonesas “neko” y “hito” (persona), y es una palabra que inventé.
Kitsune: zorro
Inubito: persona + perro... no me gusta como suena, así que no lo voy a usar mucho.
En este capítulo al fin se incorpora un lindo zorro plateado, y es mi manera de homenajear a mi maestra espiritual en lo que respecta a fanfiction: Miauneko, de Shades of Flames and Passion, sobre King of Figher’s y especialmente centrándose en la pareja Iori / Kyo. Ella escribió el que considero mejor fanfic (mas bien, novela) en un crossover con Yu Yu Hakusho, llamado “TAYOU, TSUKI, HONOO TO BARA” sobre esta pareja, condimentándolo con la de Kurama/Hiei (aunque también hacia un Hiei seme, y debe ser la única pareja con la cual he podido llevarme bien en ambos sentidos-ustedes entienden a que me refiero ¿no?-). Gracias a ella, para mí los zorros son traviesos, muy sexys, y hacen lo que sea para obtener lo que desean, y por ello son también egoístas, porque, si bien pueden estar enamorados, no pueden con sí mismos, y andan detrás de aquello que les atraiga. Ah, ¡y también son adictos al sexo!
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Forgive me for I don't know what I gain
Alone in this garden of pain
Enchantment has but one truth:
I weep to have what I fear to lose
Perdóname por no saber qué gané,
solo en este jardín de dolor
El encanto tiene sólo una verdad:
Lloro poseer aquello que temo perder.
solo en este jardín de dolor
El encanto tiene sólo una verdad:
Lloro poseer aquello que temo perder.
Nightwish: Gethsemane
CAPÍTULO 9
Era una noche tranquila, como de costumbre. Sentado en el techo del templo, el zorro plateado observaba la luna. Allí vivía, y de vez en cuando algún otro semi humano que pasaba se quedaba algún tiempo. El otro día, un Hollow poseyó el cuerpo de un nekobito gris que vivía desde hacía un mes allí con él. Dos shinigamis lo mataron. No sintió pena por él, porque había sido débil al dejarse devorar de esa manera. Gin era consciente que la mayoría de los hollows que aparecían estaban tras de él, seguramente mandados por su antiguo amo, y no tenía dificultades en ocuparse de ellos. De todas formas, la estrategia de ocultar el reiatsu dentro del cuerpo del nekobito había sido algo nuevo. Bueno, hacia sus días un poco más divertidos.
Ahora, dos shinigamis habían ingresado al bosque con otros dos semi-humanos. Esos últimos eran diferentes a los que normalmente veía, tenían reiatsu, así que debían estar domesticados y, probablemente, atraerían más hollows.
Ladeó la cola y olfateo el aire.
¿Sexo?
Eso era algo nuevo...
Los otros dos se acercaban a donde estaba, y había algo familiar en el semi-no, era nekobito. Desde su punto de observación, pudo ver a la mujer shinigami y la figura blanca sobre su hombro. Interesante.
Rukia se detuvo frente la entrada del templo. Miro al techo, donde la forma de algo recién había desaparecido.
“Me parece que percibí algo.”
Toushirou salto al piso y camino al frente, moviendo la cola con atención.
“Puedo sentirlo. Algo vive en este sitio.”
“¿Podes llamarlo a que salga? Me gustaría hablarle.”
Toushirou dio vueltas ante la entrada.
“No estoy seguro Si es un semi humano salvaje, no saldrá. Y si se trata de un kitsune... bueno, la única forma de que salga es cuando algo que desean les es ofrecido.”
“Sabes mucho sobre ellos, como cuando estábamos en la cafetería.”
Toushirou ingreso al templo.
“No.” Su pelaje brilló, como si poseyera su propia fuente de energía “Conocí un kitsune, hace mucho tiempo atrás.”
Dentro era completa oscuridad, y un par de fantasmas se les cruzaron. Rukia les hizo el konso a las almas, mientras Toushirou la seguía.
Repentinamente, el jardín trasero del templo apareció ante él. Se volvió a buscar a Rukia, pero no estaba. La gran luna llena brillaba casi como un sol con su luz fría.
“¿Rukia-san?”
“Aquí.” Oyó la voz de la shinigami a su derecha “Vaya, eso fue extraño.”
Toushirou la miro mientras se le acercaba.
“¿Lo sientes ahora? Le perdí el rastro...”
Rukia extendió la mano para tocarlo pero Toushirou siseo.
“¿Quién eres?” el pelaje del gato blanco se erizó y gruño, bajando las orejas. Empezó a brillar, emanando su poder frio, y Rukia lo miro, confundida
“Soy yo. ¿Qué te pasa?”
Una estalactita de hielo se estrello en el suelo, ante ella.
“No volveré a errar. ¡Muéstrate!”
Rukia lo miro en silencio y repentinamente su rostro se contrajo en una extraña sonrisa. Sus ojos se cerraron y dos orejas puntiagudas aparecieron, seguidas por una cola esponjosa, ambas de color plateado.
“Hum, no sos divertido.” Dijo la cosa mitad Rukia “Pensé que me iba a poder divertir un poco con voz, Shirou-chan.”
Y entonces aquella cosa se transformo en un zorro plateado.
“¡Pero si sos un lindo chibi!” le dijo el zorro, con un tono juguetón “¡No deberías ser tan serio!”
“¡No me digas así!” grito Toushirou, y lanzo una ola de hielo al zorro, que salto al otro lado del jardín.
Odiaba ser llamado por esa palabra. Así le había llamado ese hombre entonces. Corriendo tras el zorro, no se dio cuenta que tras un arbusto se extendía un precipicio, y casi se cae. Trató de aferrarse a una rama, pero le resultaba difícil mantener el equilibrio.
“Que calentón, a pesar de que tienes el poder del hielo.” Dijo el zorro, sentado mirándolo desde arriba, los parpados cerrados “¿Querés que te salve?”
Toushirou hizo un camino de hielo y trepo por este. El zorro rió.
“Bien, bien, Shirou-chan.” Lo felicitó.
“¿Dónde está Rukia?”
“Ah... ¿ella? Me la comí.”
El zorro volvió a esquivar una estalactita de hielo.
“¡No creo que te le hayas comido en seis segundos!”
“Ah, ¿te diste cuenta?”
Entonces, una extraña energía emergió y una figura monstruosa apareció. Aullaba como si estuviera sufriendo un dolor impensable, y tenía un hoyo en el medio del cuerpo.
“¿Por qué nunca me puedo divertir’?” inquirió el zorro y su forma cambio nuevamente. Ahora era un hombre, de cuerpo delgado y cabello plateado corto. Poseía las orejas puntiagudas y vestía una yukata color celeste cielo. Se paró en frente de la criatura con su sonrisa imperturbable.
El monstruo rugió y se lanzo contra el kitsune, quien salto grácilmente, y con un toque de su mano la cabeza del monstruo estallo.
Toushirou estaba anonadado, ¿cómo era posible que esta criatura fuese tan poderosa, y, aun así, ocultara tan bien su presencia? El zorro cayó al suelo sin hacer ruido, y se volvió a ver a Toushirou.
“Detrás de ti.”
Toushirou apenas se cubrió con un escudo de hielo, pero una de sus patas fue rasgada por la zarpa del segundo Hollow. Llamo a su hielo nuevamente, pero su energía no era la suficiente para congelarlo.
“No seas idiota, usa tu forma humana.” Le dijo el zorro “En ese tamaño, no podes usar tu poder al máximo.”
“¡Nunca!” chillo Toushirou, resoplando. Esquivo un ataque y lanzo otras lanzas de hielo a la cabeza del Hollow, cegándolo. La herida, y el uso de tanta energía, lo estaban dejando sin reservas. Cuando trato de moverse, sus piernas cedieron y se desplomó en el suelo. ¡Mierda, mierda, mierda!
“Qué caprichoso.” Dijo el kitsune y se adelantó. Con un veloz movimiento, corto la cabeza del Hollow.
“Eso fue innecesariamente peligroso, ¿sabías?” dijo el zorro, acercándose a la cansada figura de Toushirou.
El nekobito solo le clavo la mirada, estaba demasiado cansado para darle una respuesta. El zorro se agachó a su lado y su sonrisa desapareció un momento. Entonces, tomo una de las patas delanteras de Toushirou y lo hizo erguirse. Toushirou dejo escapar una exclamación de sorpresa, y en ese momento vio que su cuerpo había cambiado. Era el mismo cuerpo de aquel entonces.
“¿Qué hiciste?” grito, mirándose y, al percatarse de su desnudez, rápidamente se cubrió las partes privadas con las manos.
“Fuiste hechizado por un zorro. Por ese motivo, cuando te toqué, tu forma humana fue recuperada. Por eso no podías llamarla a voluntad, ni pudiste invocar ropas para que te cubran.”
El zorro hizo sonar sus dedos y una capa apareció. Se la dio a Toushirou, quien la tomo con furia.
“Vuélveme a como era antes.” Dijo Toushirou.
“¿Qué?”
“¡Dije que me vuelvas a ser un gato! ¡No quiero volver a este cuerpo!”
“Bueno, Shirou-chan...”
“¡Mi nombre no es Shirou-chan, es Toushirou!”
“Y yo soy Gin, ¡un gusto!”
Gin extendió la mano y Toushirou lo rechazo.
“¡Vuélveme a como era antes!”
“No puedo.” Dijo el zorro, y Toushirou lo miro con los ojos ampliamente abiertos. “Hueles como Ran... ella era la que podía hacer esas cosas, yo no tengo ese poder. Y vos podes llamar a tu forma gatuno a voluntad... pero me parece que te llevará tiempo aprender a hacerlo.”
Toushirou cerró los ojos cuando las lágrimas empezaron a salir. ¡Estaba tan furioso! Odiaba esta figura, era la razón por la cual ese hombre le puso las manos encima aquella vez. Se aferro fuerte a la tela que ahora lo cubría. Si, a veces su forma humana se mostraba, pero solo cuando estaba molesto. Pero, vivir nuevamente así...
“Te voy a matar...” exclamo Toushirou, secándose las lagrimas de la cara.
“Vamos, vamos, chibi...”
“¡No VUELVAS A LLAMARME ASÍ!”
Entonces, se mostro el color rojo. Dos gemas ardientes sobre el plateado. Gin lo golpeo y le hizo caer.
“Me parece que no tenés derecho a darme ordenes en mi casa, y menos cuando sos tan débil.”
Toushirou se seco la sangre de la boca y entonces pudo ver los números grabados en la muñeca. Rangiku.
“Dijiste Ran... ¿Te referías a Rangiku?”
No esperaba respuesta, pero el zorro lo hizo.
“Sí.”
“Entonces, ¿por qué no la salvaste? ¿Por qué la dejaste allí?” el rostro del zorro carecía de su sonrisa burlona y los ojos estaban otra vez cerrados “¡Ella ahora está muerta!”
“Nunca entenderías, gato.”
Gin se le acerco y puso una mano en la herida de su pierna. El reiatsu del zorro plateado brilló, y después de un momento, estaba curado. Entonces, sin aviso, Gin besó la frente de Toushirou.
“Duerme.”
***=^..^=***
“¿Toushirou?”
“¿Sí?”
“¿Qué pasó hoy en la oficina del Amo?”
“Nada, ¿por qué preguntas?”
“Algo te molesta.”
En realidad, después de la reunión, Toushirou sentían una extraña ansiedad que le gritaba que huyera de ese lugar porque algo muy malo iba a pasar. Mañana, Aizen dijo que vendría a verlo en privado.
"Nah, no te preocupes." vio a Ichigo rascarse la parte interna del brazo y decidió darle un vistazo.
"¿Qué es esto?" unos números estaban labrados en la piel, aun rojos.
"El amo mando a alguien a hacerlo mientras estabas en su oficina. Dijo que era necesario."
Toushirou trago, tratando de sacarse el nudo que tenía en la garganta. ¡Eran los mismos números que Aizen había marcado en su muñeca esa misma tarde! ¿Así que Ichigo y él habían sido dados a ese hombre?
No. Iba a hacer cualquier cosa para evitar que su hermanito fuera lastimado.
"Toushirou?"
"Es tarde, debemos ir a dormir."
"¿Y Grim?"
"Volverá cuando alguien le dé una patada."
Ichigo rio al oírlo.
"Yo voy por él" dijo Ulquiorra con su voz aburrida y dejo el dormitorio. ¿Quién podía entender a ese perro?
La mañana llego, pero el sol se oculto tras nubes grises. Amenazaba con lluvia. Los chicos odiaban esos días, acostumbraban mandarlos a aprender alguna cosa aburrida para sus futuros amos. Rangiku llamo a Toushirou aparte a media mañana. Era hora de prepararlo para Aizen.
Lo baño con extremo cuidado, aun cuando el ya no era un niño y no necesitase ayuda para hacerlo. Aun cuando él se sonrojo y trato de apartarla y que lo dejara solo. Ella le dio un aceite para que se pasara en su piel perlada que le hizo oler a sándalo. Toushirou la dejo secarle el cabello con una toalla. Por un momento, Rangiku sintió como que estaba preparando a su hijo para su boda... Nada más lejano a la realidad.
Le entrego un lindo yukata color celeste cielo, con diseño de grullas en la parte baja. Estaba muy hermoso. Ella no pudo evitar abrazarlo contra su pecho.
"Rangiku... No puedo respirar..."
"Perdón, Shirou-chan." le dijo ella y él vio una lágrima solitaria en su mejilla.
"¿Estás bien?"
Ella no respondió. Tomo las ropas sucias y las puso en una cesta. Después, llevo a Toushirou al salón de almuerzo de los invitados. Ya era el medio día.
"Lo siento." dijo ella en un tono tan bajo que Toushirou casi no la escucho mientras ingresaba a la habitación y la puerta era cerrada detrás suyo. Aizen ya estaba allí.
"Hola, Toushirou." los ojos de Aizen brillaban nuevamente con esa extraña luz. Era deseo. Sus instintos le gritaban por que se echara a correr, pero no se acobardó. Niño caprichoso. "Ven, siéntate y come. Ya es hora del almuerzo."
Toushirou se acerco y se sentó frente a Aizen, quien lo observo comer. La comida era exquisita, y el nekobito olvido sus miedos al distraerse en eso. Cuando termino su plato, miro a Aizen.
"Cibi, ¿estuvo rico?”
Toushirou se ruborizo al oír ese apodo.
"Si, perdone."
"No hace falta, chibi. Eres tan lindo."
La mano de Aizen le tomo la cara y la otra se apoyo sobre su pierna. Toushirou encontró esto muy incomodo, y trato de apartarse.
"¿Te gustaría saber que hay de postre?" Susurro Aizen muy cerca a su cara "Helado..."
Toushirou podía ser inocente, pero entonces se dio cuenta que haber bajado la guardia había sido un error. La mano en su pierna se acerco a su entrepierna y la otra se deslizo dentro de su yukata.
"No... Yo..." Toushirou llamo a su poder del hielo, y la mano de Aizen se cubrió de hielo. El hombre frunció el ceño y Toushirou sintió las marcas en su muñeca arder, sus sentidos ser atontados por el dolor. Grito.
"Chibi malo, debo enseñarte a respetara tu amo" dijo Aizen y aflojo el obi de Toushirou, y con eso le ato las manos en la espalda. Entonces, abrió el yukata y encontró la erección del gato.
"Qué lindo, chibi."
Toushirou se resistió, pero Aizen le sujeto las piernas con su propio peso y lamio las lágrimas que ahora mojaban la cara de Toushirou. Deliciosas.
No le tomo mucho tiempo hacer que el gato se corriera en su mano, y Toushirou nunca antes se sintió tan agotado y avergonzado. Solo vio puntos blancos en su campo visual, y entonces escuchó unos ruidos, como de ropas siendo removidas. Entonces, sus piernas fueron separadas y levantadas, y ahora una mano le tocaba ese sitio, esa entrada, dedos presionando dentro de él desvergonzadamente.
"¡No!"
Los dedos no se detuvieron hasta que encontraron algo dentro de él que lo hizo volver a gritar de vergüenza y placer.
"Lindo chibi..." dijo Aizen, su voz ronca de deseo. Lo acaricio sin vacilar, haciendo que el gato blanco gritara su excitación.
Los dedos fueron retirados y entonces algo más forzó su entrada.
"¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!"
Toushirou corrió hasta que el sol le cegó los ojos, y se detuvo junto a un árbol de sakura. Se inclinó y vomito. Resoplando, se limpio la boca. Se sentía afiebrado.
"¿Siempre tan ruidoso por las mañanas?"
Toushirou se volvió rápidamente a mirar la delgada figura del zorro ante él. Esa maldita sonrisa le hacía hervir la sangre. Ciegamente se arrojo contra él, pero el zorro lo tomo de un brazo y lo pateo detrás de las rodillas, haciéndolo caer. El gato se resistió hasta que lamentos pudieron oírse.
"¡Te odio! ¿Por qué me hiciste esto?" Gin no sabía si el gato realmente se dirigía a él "¿Por qué siquiera naci...?"
El gato se mantuvo callado un momento hasta que levanto los ojos a Gin.
"¿Por qué no me matas?" dijo Toushirou "Este es tu territorio, ¿no? Podrías matarme, y nadie te reclamaría."
Gin lo soltó y Toushirou se derrumbo en el suelo.
"Sé hombre. Ran debió ver algo en ti que valía la plena salvar."
Es igual a él, Gin. Igual al bebé que murió... Lo vi en un sueño.
No puedo dejarlo así nada más, Gin.
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