Bien, este fanfic ya lo había subido en amor yaoi. Espero les guste, es de los primeros que hice: [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
CAP 1: NACIMIENTO DE UNA LUZ
- ¿Qué son esas luces?-
- Son las larvas que viste en el agua -
- No es posible… esas cosas eran “horripibles”-
Sonó el timbre para anunciar el final de la clase, por lo que todos se levantaron impulsivamente, haciendo caso omiso a los comentarios del atareado profesor que se esforzaba en callarlos para decirles la tarea, para, al final, darse por vencido, sentándose, en su puesto exhausto.
Todos hablaban de cosas inútiles y superficiales, como salas de belleza, dinero, y lujosos autos deportivos que él podía costear con facilidad, por lo que le importaba realmente poco.
En las mujeres, lo que realmente le gustaban era que tuviera unos pechos enormes, como los que tenían las chicas con las que se pasaba, Karin, Ino, Temari y hasta, en cierto modo la tierna Hinata-chan. De resto las mujeres no le parecían útiles, así que a la mayoría ya las había despachado, incluyendo a Sakura, aquella plasta de pecho plano, que a pesar de saber que él no estaba interesado seguía persiguiéndole para que fueran juntos al cine, a comer, o a cualquier estupidez que se le pudiera ocurrir.
Aunque no todo con esa pelirrosa era malo. Además de ser amable, inteligente y una buena amiga, se había ofrecido a hacerle todos los trabajos y tareas a cambio de una esperanza inexistente… Y él, pensando en todo el trabajo que le ahorraría y en el tiempo que le quedaría libre para salir con una cantidad de chicas de grandes pechos, había aceptado sin dudarlo.
Los hombres no le importaban. Apenas si entraban en el contexto de su vida porque eran necesarios en ocasiones mínimas para cualquier clase de trabajos estúpidos, como traerle chicas, o para, venciéndoles atraerlas por su cuenta.
Y si, sí se daba cuenta de que su vida estaba vacía, y de que su único gusto real eran los delgados cuerpos de sílfides de las mujeres… tal vez, lo único que atravesaba este superficial estado en el que se encontraba era el arte que se hallaba en una pintura o un libro melancólico e irresistible por su matiz de sensualidad…
Era imposible que existiera alguien tan delicado y melancólicamente seductor como para atraerle… ¿Verdad?...
Levantó la mirada, y a través de la “gentuza” que se arremolinaba para tratar de salir, logró divisar algo que nunca había divisado, y que por eso le parecía tan extraño…
Naruto llevando los libros del maestro. Eso no era nada raro. Era un castigo bastante común por su comportamiento en clase… Lo raro era que le atrajera tanto… Y le pareció tan increíblemente extraño que se preguntó si sería el mismo Naruto que había conocido desde el inicio de ese año escolar…
Fue una impresión fugaz, pues apenas notó que era observado, el rubio comenzó a sonreír con esa expresión bobalicona tan común … Pero, por solo un instante, él mismo en el que se sintió atraído por ese rubio, pudo notar una mirada melancólica, tan sensual y adictiva que quiso volver a verla, saber si era real y pues… haría lo que fuera por eso...
- Sasuke-kun ¿quieres venir a mi casa a ver unas películas?- Dijo Karin, colgándose de su brazo, de tal manera que, por besarla y llevarla a su casa tuvo que posponer su pequeño experimento… Solo por un día.
Fue entonces cuando notó que todo su tiempo lo ocupaba en sus chicas, ya que a pesar de que quiso sacar tiempo para ir a hablar con Naruto, y hacer ese simple experimento… simplemente pudo. Cuando no estaba con Hinata lo estaba con Temari, con Ino, Ten-ten o con Karin. Y cuando ninguna de ellas tenía tiempo para él, algunos chicos lo invitaba a un bar lleno de hermosas chicas tal y como las quería…
Así que decidió solo atacar…
- ¿podrías recoger los libros de cálculo y llevarlos a la biblioteca?- Inquirió Asuma, el maestro de física, al rubio que estaba aún bromeando sobre su “barba de chivo” con Sakura, que apenas si lo determinaba…
- ¿y tiene que ser ahora?- inquirió un poco enojado- lo haré la próxima vez… es que, tengo algo importante que hacer
- Debiste pensar en eso antes de interrumpir mi clase… ¡Diez veces!
Naruto miró al profesor enojado, con esos tiernos morritos infantiles que le caracterizaban y comenzó a pasar por todos los puestos, aumentando en poco tiempo el tamaño de aquella enorme pila de libros, que parecía estar a punto de caerse de entre sus brazos… Como era habitual…
Karin notó de inmediato como Sasuke miraba a Naruto, embelesado como ella le veía a él, y harta de ese comportamiento que para ella era inaceptable en su Sasuke, corrió hacía Naruto, dejó el libro en el borde de la pila y aprovechó para empujarle, antes de salir corriendo:
- Ups! ¡Es que voy de afán!- Se “excusó”
Sasuke miró a Naruto, sentado en el suelo, recogiendo los libros, con expresión de furia incontrolable. Realmente era un chico tonto… pero eso solo lo hacía más tierno y hasta… lindo.
- Sasuke vamos a ver unas películas ¿vienes?- Inquirió Ino, parada en el borde de la puerta, acompañada de Isarabi, Temari y Hinata
- Tengo cosas que hacer chicas. Tal vez en otro momento- Decidió en un instante
Se arrodilló en el suelo, recogió uno de los libros y se lo tendió a Naruto, en el gesto más servicial que jamás le haría a nadie. Tratando de conquistarle con una mirada, tal y como hacía con todas las chicas
- ¿el magnificente Uchiha se dignó a bajar de su nube para ayudar a un simple mortal?- Dijo sarcástico, mirándolo con una furia desconocida- No necesito tu ayuda, así que si pensabas hacer tu buena acción del día… Pues… lamento desilusionarte.
- Te estoy ayudando- gritó enojado al notar como él rubio, tras arrebatarle el libro, lo ignoraba- ¿está eso mal?
- No. Está mal que creas que necesito tu ayuda… No soy como esas chicas… Yo no TE necesito, y definitivamente NO necesito tu ayuda-
- Vamos, no seas terco- Gritó levantando uno de los libros para ponérselo en las manos
- No. Soy terco. Ya me ayudaste, así que ya puedes irte…- dijo
Naruto lo miró con sus ojos azules, tan profundos y místicos, directo a sus propios ojos ónice, se levantó lentamente, con una seriedad inimaginable, y luego, con todos los libros en sus brazos desapareció por él portal, dejando a Sasuke con ese irresistible deseo de conocerlo más…
Corrió tras él, a través de los amplios corredores de aquella escuela, pero no logró alcanzarlo. Cuando llegó a la Biblioteca ya él rubio la había dejado hacía un rato y como siempre había desaparecido sin decir nada a nadie…
Nunca lo había notado. Pero Naruto era una persona realmente compleja, incluso a pesar de la simpleza que aparentaban sus sonrisas bobaliconas, sus burlas acerca de todas las cosas, su falta de seriedad y de aplicación, y la poca inteligencia que parecía demostrar…
Ahora se preguntaba con una emoción más vívida, no solo quien era ese chico, sino también si podrían ser amigos. Era la primera vez que compartir una parte de su vida con alguien (que no fuera en el sexo… Todavía no se ha enterado de que eso también se puede hacer con Naru xDD), no solo le parecía viable, sino necesario.
Como decía Hobbs, “El hombre es un ser sociable”, y ni él podía escapar a esa definición del genero humano, era él momento de unirse con alguien en algo más serio que visitas casuales…Y Naruto parecía el candidato perfecto, aunque primero tenía que comprobarlo.
Así que, al día siguiente, solo se sentó en la mesa del comedor frente a Naruto, y se lo quedó mirando largo rato. Naruto era atractivo, divertido e interesante… Incluso él lo admitía… ¿Entonces por qué se la pasaba tan solo… sin una sola persona a su alrededor?
- ¿qué haces aquí? ¿No fui lo suficientemente claro ayer con que no necesitaba tu compasión?- Dijo enojado, levantando la mirada de su comida, como si con eso fuera suficiente, para alejarlo de allí
- No estoy compadeciéndote. ¿No puedo simplemente sentarme y hacerte un poco de compañía?- Inquirió con un tic en su ojo derecho
- ¿debería creer que tú harías algo independientemente de tus propios intereses?- Inquirió el ojiazul- lo lamento Sasuke, pero yo me doy cuenta de que TU no eres una buena persona… En lo absoluto-
- Eres un testarudo- Susurró el moreno con expresión de molestia en el rostro
- Entonces vete- Dijo él rubio
- No lo haré- Dijo Sasuke con una fijeza casi ridícula en su mirada
- Entonces yo me iré- Dijo el rubio levantándose de su puesto con presteza
- No esta vez Uzumaki. Te vas a quedar conmigo lo quieras o no- Dijo sujetándole el brazo con fuerza
- No… Yo no quiero estar contigo y no me obligarás- Respondió golpeándole en las manos- Mas bien ve con tus chicas, Sasuke. Mira que ya te están extrañando-
- No voy con ellas. Quiero estar contigo-
Tal vez, su voz expresaba más que sus palabras, o quizás en su mirada se vio la sinceridad con la que se había armado antes de comenzar a hablar. Tal vez el rubio era más susceptible a los cambios de ánimo de lo que su apariencia pudiera hacerle parecer, porque dejó de forcejear y, con una mirada llena de una melancolía mezclada don una firme determinación se sentó de nuevo, en su lugar, mirando fijamente a Sasuke…
- ¿Dónde está el truco?- Inquirió un poco nervioso, sin que se notara más que en sus ojos azulosos, que trataban e cubrirse con indiferencia
- No hay truco, solo quiero estar contigo. ¿Es eso tan malo como para que quieras huir de mi a cada rato?- Respondió seriamente
- ¿Quieres que seamos… amigos?- Inquirió temeroso de una negativa rotunda
- Es que estas luces son insectos-
- No es posible. Son muy lindas para serlo-
- Pero lo son. Nacen de esas larvas y se llaman Luciérnagas-
CAP 1: NACIMIENTO DE UNA LUZ
- ¿Qué son esas luces?-
- Son las larvas que viste en el agua -
- No es posible… esas cosas eran “horripibles”-
Sonó el timbre para anunciar el final de la clase, por lo que todos se levantaron impulsivamente, haciendo caso omiso a los comentarios del atareado profesor que se esforzaba en callarlos para decirles la tarea, para, al final, darse por vencido, sentándose, en su puesto exhausto.
Todos hablaban de cosas inútiles y superficiales, como salas de belleza, dinero, y lujosos autos deportivos que él podía costear con facilidad, por lo que le importaba realmente poco.
En las mujeres, lo que realmente le gustaban era que tuviera unos pechos enormes, como los que tenían las chicas con las que se pasaba, Karin, Ino, Temari y hasta, en cierto modo la tierna Hinata-chan. De resto las mujeres no le parecían útiles, así que a la mayoría ya las había despachado, incluyendo a Sakura, aquella plasta de pecho plano, que a pesar de saber que él no estaba interesado seguía persiguiéndole para que fueran juntos al cine, a comer, o a cualquier estupidez que se le pudiera ocurrir.
Aunque no todo con esa pelirrosa era malo. Además de ser amable, inteligente y una buena amiga, se había ofrecido a hacerle todos los trabajos y tareas a cambio de una esperanza inexistente… Y él, pensando en todo el trabajo que le ahorraría y en el tiempo que le quedaría libre para salir con una cantidad de chicas de grandes pechos, había aceptado sin dudarlo.
Los hombres no le importaban. Apenas si entraban en el contexto de su vida porque eran necesarios en ocasiones mínimas para cualquier clase de trabajos estúpidos, como traerle chicas, o para, venciéndoles atraerlas por su cuenta.
Y si, sí se daba cuenta de que su vida estaba vacía, y de que su único gusto real eran los delgados cuerpos de sílfides de las mujeres… tal vez, lo único que atravesaba este superficial estado en el que se encontraba era el arte que se hallaba en una pintura o un libro melancólico e irresistible por su matiz de sensualidad…
Era imposible que existiera alguien tan delicado y melancólicamente seductor como para atraerle… ¿Verdad?...
Levantó la mirada, y a través de la “gentuza” que se arremolinaba para tratar de salir, logró divisar algo que nunca había divisado, y que por eso le parecía tan extraño…
Naruto llevando los libros del maestro. Eso no era nada raro. Era un castigo bastante común por su comportamiento en clase… Lo raro era que le atrajera tanto… Y le pareció tan increíblemente extraño que se preguntó si sería el mismo Naruto que había conocido desde el inicio de ese año escolar…
Fue una impresión fugaz, pues apenas notó que era observado, el rubio comenzó a sonreír con esa expresión bobalicona tan común … Pero, por solo un instante, él mismo en el que se sintió atraído por ese rubio, pudo notar una mirada melancólica, tan sensual y adictiva que quiso volver a verla, saber si era real y pues… haría lo que fuera por eso...
- Sasuke-kun ¿quieres venir a mi casa a ver unas películas?- Dijo Karin, colgándose de su brazo, de tal manera que, por besarla y llevarla a su casa tuvo que posponer su pequeño experimento… Solo por un día.
Fue entonces cuando notó que todo su tiempo lo ocupaba en sus chicas, ya que a pesar de que quiso sacar tiempo para ir a hablar con Naruto, y hacer ese simple experimento… simplemente pudo. Cuando no estaba con Hinata lo estaba con Temari, con Ino, Ten-ten o con Karin. Y cuando ninguna de ellas tenía tiempo para él, algunos chicos lo invitaba a un bar lleno de hermosas chicas tal y como las quería…
Así que decidió solo atacar…
- ¿podrías recoger los libros de cálculo y llevarlos a la biblioteca?- Inquirió Asuma, el maestro de física, al rubio que estaba aún bromeando sobre su “barba de chivo” con Sakura, que apenas si lo determinaba…
- ¿y tiene que ser ahora?- inquirió un poco enojado- lo haré la próxima vez… es que, tengo algo importante que hacer
- Debiste pensar en eso antes de interrumpir mi clase… ¡Diez veces!
Naruto miró al profesor enojado, con esos tiernos morritos infantiles que le caracterizaban y comenzó a pasar por todos los puestos, aumentando en poco tiempo el tamaño de aquella enorme pila de libros, que parecía estar a punto de caerse de entre sus brazos… Como era habitual…
Karin notó de inmediato como Sasuke miraba a Naruto, embelesado como ella le veía a él, y harta de ese comportamiento que para ella era inaceptable en su Sasuke, corrió hacía Naruto, dejó el libro en el borde de la pila y aprovechó para empujarle, antes de salir corriendo:
- Ups! ¡Es que voy de afán!- Se “excusó”
Sasuke miró a Naruto, sentado en el suelo, recogiendo los libros, con expresión de furia incontrolable. Realmente era un chico tonto… pero eso solo lo hacía más tierno y hasta… lindo.
- Sasuke vamos a ver unas películas ¿vienes?- Inquirió Ino, parada en el borde de la puerta, acompañada de Isarabi, Temari y Hinata
- Tengo cosas que hacer chicas. Tal vez en otro momento- Decidió en un instante
Se arrodilló en el suelo, recogió uno de los libros y se lo tendió a Naruto, en el gesto más servicial que jamás le haría a nadie. Tratando de conquistarle con una mirada, tal y como hacía con todas las chicas
- ¿el magnificente Uchiha se dignó a bajar de su nube para ayudar a un simple mortal?- Dijo sarcástico, mirándolo con una furia desconocida- No necesito tu ayuda, así que si pensabas hacer tu buena acción del día… Pues… lamento desilusionarte.
- Te estoy ayudando- gritó enojado al notar como él rubio, tras arrebatarle el libro, lo ignoraba- ¿está eso mal?
- No. Está mal que creas que necesito tu ayuda… No soy como esas chicas… Yo no TE necesito, y definitivamente NO necesito tu ayuda-
- Vamos, no seas terco- Gritó levantando uno de los libros para ponérselo en las manos
- No. Soy terco. Ya me ayudaste, así que ya puedes irte…- dijo
Naruto lo miró con sus ojos azules, tan profundos y místicos, directo a sus propios ojos ónice, se levantó lentamente, con una seriedad inimaginable, y luego, con todos los libros en sus brazos desapareció por él portal, dejando a Sasuke con ese irresistible deseo de conocerlo más…
Corrió tras él, a través de los amplios corredores de aquella escuela, pero no logró alcanzarlo. Cuando llegó a la Biblioteca ya él rubio la había dejado hacía un rato y como siempre había desaparecido sin decir nada a nadie…
Nunca lo había notado. Pero Naruto era una persona realmente compleja, incluso a pesar de la simpleza que aparentaban sus sonrisas bobaliconas, sus burlas acerca de todas las cosas, su falta de seriedad y de aplicación, y la poca inteligencia que parecía demostrar…
Ahora se preguntaba con una emoción más vívida, no solo quien era ese chico, sino también si podrían ser amigos. Era la primera vez que compartir una parte de su vida con alguien (que no fuera en el sexo… Todavía no se ha enterado de que eso también se puede hacer con Naru xDD), no solo le parecía viable, sino necesario.
Como decía Hobbs, “El hombre es un ser sociable”, y ni él podía escapar a esa definición del genero humano, era él momento de unirse con alguien en algo más serio que visitas casuales…Y Naruto parecía el candidato perfecto, aunque primero tenía que comprobarlo.
Así que, al día siguiente, solo se sentó en la mesa del comedor frente a Naruto, y se lo quedó mirando largo rato. Naruto era atractivo, divertido e interesante… Incluso él lo admitía… ¿Entonces por qué se la pasaba tan solo… sin una sola persona a su alrededor?
- ¿qué haces aquí? ¿No fui lo suficientemente claro ayer con que no necesitaba tu compasión?- Dijo enojado, levantando la mirada de su comida, como si con eso fuera suficiente, para alejarlo de allí
- No estoy compadeciéndote. ¿No puedo simplemente sentarme y hacerte un poco de compañía?- Inquirió con un tic en su ojo derecho
- ¿debería creer que tú harías algo independientemente de tus propios intereses?- Inquirió el ojiazul- lo lamento Sasuke, pero yo me doy cuenta de que TU no eres una buena persona… En lo absoluto-
- Eres un testarudo- Susurró el moreno con expresión de molestia en el rostro
- Entonces vete- Dijo él rubio
- No lo haré- Dijo Sasuke con una fijeza casi ridícula en su mirada
- Entonces yo me iré- Dijo el rubio levantándose de su puesto con presteza
- No esta vez Uzumaki. Te vas a quedar conmigo lo quieras o no- Dijo sujetándole el brazo con fuerza
- No… Yo no quiero estar contigo y no me obligarás- Respondió golpeándole en las manos- Mas bien ve con tus chicas, Sasuke. Mira que ya te están extrañando-
- No voy con ellas. Quiero estar contigo-
Tal vez, su voz expresaba más que sus palabras, o quizás en su mirada se vio la sinceridad con la que se había armado antes de comenzar a hablar. Tal vez el rubio era más susceptible a los cambios de ánimo de lo que su apariencia pudiera hacerle parecer, porque dejó de forcejear y, con una mirada llena de una melancolía mezclada don una firme determinación se sentó de nuevo, en su lugar, mirando fijamente a Sasuke…
- ¿Dónde está el truco?- Inquirió un poco nervioso, sin que se notara más que en sus ojos azulosos, que trataban e cubrirse con indiferencia
- No hay truco, solo quiero estar contigo. ¿Es eso tan malo como para que quieras huir de mi a cada rato?- Respondió seriamente
- ¿Quieres que seamos… amigos?- Inquirió temeroso de una negativa rotunda
- Es que estas luces son insectos-
- No es posible. Son muy lindas para serlo-
- Pero lo son. Nacen de esas larvas y se llaman Luciérnagas-
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